"Temo a la derecha, es inmovilista"
Joan Font nació en Olesa de Montserrat (Barcelona) hace 44 años. Se confiesa tan decidido partidario de lo dionisíaco y del progreso como detractor del conservadurismo y de lo apolíneo. Alma mater de la compañía Els Comediants, Font se mueve a gusto entre faunos, demonios y fuegos de artificio. Su compañía teatral clausuró los Juegos Olímpicos de Barcelona y el propio Font organizó, con actores andaluces, la cabalgata que diariamente recorría la Expo de Sevilla.
Pregunta. ¿Hacia qué opción orientará su voto?
Respuesta. Será descaradamente de izquierda.
P. ¿Por qué?
R. Me pongo en el paquete de los que temen a la derecha, porque la derecha, por principio, es inmovilista. Tiene valores, como patria, familia..., que van contra el riesgo, la aventura, el progreso, las nuevas propuestas: justo al contrario que el teatro. Temo a la derecha.
P. ¿Cuáles han sido los problemas que no se han resuelto?
R. Se ha querido contentar a todo el mundo y no se ha contentado a nadie. Se ha querido buscar el consenso en temas como el aborto y creo que se debería haber sido más radical. El PSOE debería haber sido mucho más socialista.
P. ¿Se puede hablar de corrupción de la clase política?
R. No se puede generalizar. Hay políticos que trabajan. Creo que la gente que está arriba es capaz. Pero hay un término medio en la estructura de poder: los que quieren más poder. Es decir, el poder de colocar a sus amiguitos. Lo he visto en la Expo de Sevilla y en los Juegos Olímpicos. Eso es peligroso y existe en todos los partidos y entre gente de todos los colores.
P. ¿Cree que todos los políticos corruptos irán a parar a ese apetecible infierno que usted prevé habitado por bailarinas?
R. ¡Ja, ja! Espero que los tengan aparte. Si puede ser, sin bailarinas.
P. Ustedes, tan volcados en lo dionisíaco, ¿notan especialmente un retorno del moralismo?
R. Sí, creo que eso sucede en España. Por ejemplo, en la Expo de Sevilla, en la cabalgata, sacábamos a un obispo borracho. Esos moralistas protestaron, aunque se dieron cuenta cuando ya hacía tres meses que desfilaba el prelado. Hay un tipo de gente que teme el progreso. Eso es propio de la derecha, de ese orden establecido que tiene un poder muy bestia. Me asusta la derecha de este país que no es culta. Y temo que, si ganan las elecciones, crezcan en poder en lugar de en sabiduría.
P. Con tanta representación en actos oficiales, ¿no teme que se pueda acusar a Els Comediants de ser algo así como la compañía orgánica del PSOE?
R. Pienso que no. No sólo hemos actuado en España; también lo hicimos en los juegos de invierno de Albertville. Recientemente nos han solicitado que fuéramos a Atlanta, hemos estado en Tokio, Chicago, Edimburgo... Seguimos con lo mismo de siempre. Nuestro oficio siempre ha sido estar comprometidos con la calle.
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