Bajar al llano

Me alegra enterarme de que Albert Boadella pasa de ácrata a comprometido. Parece ser que fue el ejemplo de su hijo lo que le ha llevado a dar ese paso tan difícil. ¡Para que luego digan de los jóvenes!Lo importante es que últimamente muchos artistas e intelectuales están descubriendo que viven solos y que no vale observar la batalla desde la colina sin bajar nunca al llano a combatir. La enseñanza que también se desprendle es que los tan denostados partidos no son los cotos cerrados que nos describen, puesto que están abiertos a todos los que quieran entrar. Serían más bien los ciudadanos los reacios a participar activamente en la política, y de eso no habría más culpables que ellos mismos. Creo que hay indicios prometedores de que las cosas van a cambiar y que la vida política se va a hacer más transparente y participativa. Cosa que todos los demócratas vamos a celebrar.