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Barajas celebra su 60º aniversario en plena ampliación, pero con el proyecto de ciudad aereoportuaria parado

Javier Casqueiro

El aeropuerto de Madrid-Barajas celebró ayer, con una fiesta de componentes típicamente madrileños, su 60º aniversario. La ocasión sirvió para abrir las instalaciones y los aviones al público infantil de los colegios del distrito, para agasajar con música de chotis y productos de la huerta local a los pasajeros en tránsito y para dar un repaso a las obras en marcha. Los responsables del mayor aeródromo de España admiten que el recinto se ha quedado "obsoleto" y que precisa "adecuarse". Con este objetivo y 30.000 millones de pesetas se han puesto en marcha reformas que durarán cinco años. El desarrollo total de la ciudad aeroportuaria está parado por el desacuerdo de las administraciones afectadas (Ministerio, Ayuntamiento y Comunidad).Barajas se inauguró oficialmente el 30 de abril de 1931, pero su apertura, hace sesenta años, al tráfico aéreo comercial con la compañía LAPE es la que se festejó ayer. Ese año, el aeropuerto ocupaba una modesta pradera artificial de 164 hectáreas, con algo más de un kilómetro de perímetro. Los terrenos costaron 730.000 pesetas, y el arreglo del campo de aviación, 40.000.

La flota movía entonces 29.000 viajeros al año con aviones adaptados de la guerra civil: tres Junkers, un Breguet, un hidroavión Savoia y tres trimotores Fokker.

La conmemoración de ayer sirvió para introducir en los vestíbulos del recinto charangas, verbenas, espectáculos de guiñol, degustaciones de vinos y quesos de la Comunidad y un concierto de la orquesta regional. El aeropuerto es ahora otro mundo -con 18,5 millones de viajeros al año- en plena fase de expansión para recuperar una calidad que se reconoce perdida. Las obras en ejecución afectan a los mostradores de facturación de internacional -que pasarán de 68 a 108-, la construcción de un nuevo edificio de 12.000 metros cuadrados de oficinas y para la comisaría, la ampliación del aparcamiento de vuelos nacionales de 2.000 a 5.000 plazas y la automatización de los sistemas de cobro en los estacionamientos y para los equipajes.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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