El juez excedente y el Quijote
Numerosas mujeres maduras, algunas de ellas madres de drogadictos, integraron el público que acogió con devoción al candidato socialista y juez excedente Baltasar Garzón en un salón de bodas de la barriada madrileña de Villaverde, una de las más castigadas por la droga. Garzón, al que un atasco hizo aplazar durante media hora su cita con los vecinos, escuchó muchas palabras de aliento y estrechó muchas manos ante la figura de Don Quijote que se encontraba junto a la mesa desde la que pronunció la conferencia.
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