La 'pata p'alante' de Mariano Jiménez
JUAN MORA, Hay días que se acuesta a las nueve de la noche y otros en que no encuentra manera de conciliar el sueño. Lleva un mes así. Es por los nervios. Y eso que él, Mariano Jiménez, afirma que está más reposado que hace un ano, cuando sus meritorias actuaciones en San Isidro le permitieron torear fuera de feria y salir entonces a hombros de Las Ventas. Fue gracias a que si "hay que echar la pata p´alante, se echa".
En esta feria ya hay un listón que superar para ser el triunfador, el que puso Manzanares el miércoles. Mariano Jiménez dice que está muy alto para él: "El maestro Manzanares lleva más de veinte años de alternativa y yo sólo uno. Es la madurez contra la inexperiencia. Aunque cada tarde sea distinta, la actuación de Manzanares fue un recital que ya está dado; el que podamos dar lo demás está todavía por ver".
Mariano Jiménez se hizo con un cartel el año pasado a base de coraje, que caló hondo en el público, cuando el toro le arrastró por media plaza, zarandeándole sin parar, al llevar prendida la taleguilla en el asta. Aquella paliza ya está olvidada: "La grandeza está en echar la pata p´alante. Y si hay que irse para la cama, pues a la cama que va uno. Los que queremos ser figuras no podemos reparar en los percances".
Tuvo más oportunidades y acabó toreando hasta cinco tardes con un ambiente favorable. Mariano Jiménez lo reconoce: "La plaza de Madrid puede ser la más difícil si se complican las cosas, pero también la más fácil. Conozco los dos extremos porque de novillero nunca actué relajado y el público no me hizo ningún caso; en cambio, como matador las cosas me han ido bien".
Ahora, en su regreso a Las Ventas, no acude bajo el sentimiento de tener que devolver la confianza que le dieron, sino de no defraudarse a sí mismo: "Tengo más necesidad aún que el año pasado de hacer las cosas bien, porque antes era nuevo y se me podían perdonar muchas cosas. En éste he de demostrar que ya soy matador. Esta corrida es muy importante, pues es de esas pocas que pueden marcar el curso de toda una temporada. Hay otras más tranquilas, en las que no pesa tanto la responsabilidad, pero en ésta todos nos jugamos mucho".
Mariano Jiménez tiene firmadas dos corridas en San Isidro. Está contento de ambas: "La de hoy es de las llamadas duras por el ganado. No me importa. Voy con Esplá, que es un gran profesional, y Jesulín y yo ponemos la ilusión en el cartel. En la siguiente lidiamos los toros de Cuadri. Hace poco tenté cinco vacas grandes de este hierro y había dos muy importantes, con gran bravura y midiendo mucho. Ésta puede ser también una gran tarde".
Babelia
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