Achille Occhetto, en apuros por la detención de un dirigente del antiguo PCI

Achille Occhetto, secretario general del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), declinó comentar ayer la noticia de la detención de Renato Pollini, de 68 anos, ex secretario administrativo del Partido Comunista Italiano (PCI) entre 1982 y 1989. Pollini, que coincidió en la dirección comunista con Occhetto a partir de 1988, año de la elección del actual líder excomunista como secretario del PCI, fue detenido en Florencia por su presunta implicación en la percepción de comisiones ilegales derivadas de los suministros de traviesas a los ferrocarriles del Estado italiano.La detención de Pollini amenaza con implicar en el escándalo de la corrupción relacionada con la financiación ¡legal de los partidos al PDS, fundado en 1991 sobre la base del antiguo PCI que, con la excepción de Refundación Comunista, se incorporó mayoritariamente al proyecto de Occhetto. Hasta ahora, ni el PCI ni el PDS habían sido denunciados por los magistrados como parte de los acuerdos de reparto de comisiones ilegales vinculadas a las actividades de la Administración y de los grandes grupos estatales, como el petrolero ENI o el eléctrico ENEL.

El PDS es, de hecho, el único gran partido italiano que se conserva intacto, sin deserciones notables ni cambios de su equipo dirigente, tras el ciclón de arrestos y protestas desatado por las investigaciones de corrupción.

Pero un empresario de la zona de Bérgamo, llamado Carlo Tognoli, ha metido ahora al partido de la izquierda en el mismo saco en que ya estaban todas las formaciones tradicionales del Gobierno. Tognoli ha hablado deunos 6.000 millones de liras (unos 450 millones de pesetas) pagados en relación con el suministro de traviesas para los ferrocarriles italianos y que, según el testigo, se repartieron de este modo: un 25% para la Democracia Cristiana; un 20%, al PCI y luego para su sucesor, el PDS; un 15% al Partido Socialista Italiano (PSI); y el 40% restante, a funcionarios de los ferrocarriles.

El PDS desmintió oficialmente ayer que estas acusaciones, por las que ya se habían ordenado unas 30 detenciones, entre ellas, las de algún empresario relacionado con el partido de Occhetto. Pero la detención ayer de Pollini llevó la amenaza de implicación del PDS a un nivel cuafitativamente distinto.

Código ético de Fiat

"Ningún empleado del grupo podrá prometer o pagar sumas de dinero o bienes en especie de cualquier entidad o valor a ningún funcionario público para promover o favorecer intereses de una o más sociedades del grupo, ni siquiera como respuesta a presiones ¡lícitas", reza el Código ético de comportamiento en los negocios, aprobado ayer por el Consejo de Administración de Fiat, la sociedad holding del grupo homónimo.Dicho código, que entrará en vigor cuando sea aprobado por los órganos directivos de las distintas filiales, responde a la propuesta de reconstrucción moral lanzada recientemente por Cesare Romiti, consejero delegado de un grupo que se ha visto fuertemente implicado en las investigaciones judiciales sobre la financiación ¡legal de los partidos italianos.