Ahora
Los candidatos y candidatas toman Becozyme, Pharmatón, Katovit, Prevalón; Sumial y otros betabloqueantes para cobrar sosiego en las disertaciones; anfetaminas, analgésicos y estimulantes controlados por los equipos médicos de la caravana. También se aplican compuestos reparadores, Plénitude de l'Oreal, "facial moisturing lotions" de Estée Lauder, Visible difference de Elizabeth Arden, E-2, "maintaining color tone" de Rabanne, la "formule" de Sothys, Germinal de Alter y ampollas de colágeno "raffermissantes". No están sometidos a ningún control de dopaje ni a ningún procedimiento judicial antimaquillaje. Una conciencia de que su esfuerzo es tan grande como la que requiere la asistencia a la Fiesta de la Cruz Roja de Mónaco, legitima los aportes que mejoran su rendimiento y tono facial. Los candidatos y candidatas se lo juegan todo en pocos días. Es preciso estar atento a las añagazas y fascinación de los rivales. Aunque esto dure semanas, la circunstancia es parecida a la que suscitan las finales de un mundial de fútbol o a los encuentros de un Gran Slam. Aquí también existen cabezas de serie y revelaciones inesperadas. Todo el equipo, de uno y otro lado, va sumando o restando puntos al cómputo del partido. Y todos, a su vez, están partidos, fragmentados en sus funciones. La campaña se celebra cada cuatro años, como los Juegos Olímpicos, como los Mundiales, y las intervenciones se saldan en minutos ante el televisor en color.La sensación de vivir un trance fulgurante se refleja en la clase de eslóganes que presiden esta contienda. El PP concentra su mensaje en la vocación: "Ahora ". Pero otras agrupaciones, conscientes de la tesitura, como Convergencia i Unió, se identifican con el "Ara (decidirem)" (Ahora decidiremos); el CDS, por su parte, proclama: Ahora (más que nunca)", e Iniciativa por Cataluña (hermanos de Izquierda Unida) escogió el Ara, Iniciativa (Ahora, Iniciativa), que se dispone a enmendar -en evitación de plagios- a toda prisa. Todos están de los nervios. Las Mujeres al borde de un ataque de nervios, que pasó anoche La 2, se encastraba entre una lista de debates paroxísticos que se sucedieron hasta el alba.
Hay que imaginar los camerinos donde los líderes nerviosos se acicalan ante la palestra. Ni Bruce Springsteen padecía una tensión homologable. El acceso al poder, cuando se vislumbra, desata las neuronas y acentúa la adrenalina. Merece la pena ponerse en la piel de los políticos y las políticas. Su vida anual es cualquier cosa: son empleados, procuradores o dan clases de EGB, cenan coliflores hervidas, abren una lata de anchoas y almuerzan macarrones con tomate. Pero, en la campaña, unos y otras se transforman en personajes rutilantes. Sus hijos, escuchando a Los Ronaldos, son los primeros sorprendidos. Ahora o nunca. Ni siquiera la invitación a una boda de una Gómez Acebo obligaría a Celia Villalobos a comprarse un conjunto en Manuel Pifia, ni requeriría a Julio Anguita encontrar una peluquería con mascarilla capilar al germen de maíz. ¡Ahora!
