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62 periodistas han muerto en los 1.600 atentados sufridos por la prensa en 1992

Hoy se celebra el Día Internacional de la Libertad de Prensa. Una jornada que, pretende recordar lo duro que es defender el derecho a una información veraz. El año 1992 ha sido, según datos internacionales, uno de los peores en ataques sufridos por la prensa: 1.600 atentados contra más de 1.300 periodistas en todo el mundo. De ahí que el mensaje de la organización internacional Reporteros Sin Fronteras y del Col-legi de Periodistes de Cataluña sea: "... Porque no hay libertad sin libertad de información", y el de la Federación Internacional de Editores de Diarios (FIEJ): "¡La libertad de prensa es tu libertad!".

En 1992 fueron asesinados al menos 62 periodistas en una veintena de países mientras ejercían su profesión; más de la mitad cayeron en Europa y en la ex URSS. Hay otros 20 asesinatos actualmente en investigación. Trece cayeron en Turquía, en especial informadores relacionados con el conflicto kurdo. Doce han muerto en la guerra yugoslava. Hubo periodistas asesinados en Tayikistán, Colombia -Manuel de Dios Unanue, especializado en narcotráfico, fue muerto a tiros en Nueva York, Perú, Filipinas -el religioso Greg Hapalla fue asesinado en plena emisión radiofónica- o Chad. En lo que va de 1993. ya han muerto 10 periodistas.La múltiple guerra civil que ha provocado la destrucción de la antigua Yugoslavia ha causado la muerte de 27 reporteros desde que empezaron las hostilidades.

La libertad de prensa se ha visto cercenada, como otra víctima de la limpieza étnica: en Croacia, el Gobierno de Franjo Tudjman ha borrado toda disidencia informativa; en Serbia, algunas publicaciones, como Vreme, mantienen su línea opositora contra Slobodan Milosevic, pero el régimen controla la práctica totalidad de los medios, especialmente la televisión; en Sarajevo, el diario Oslobodenje de la capital bosnia, en el que siguen trabajando ilusionadamente musulmanes, serbios y croatas, e blanco preferido de los francotiradores.

En África -casos más recientes: Zaire y Togo-, el asalto por parte de las fuerzas armadas contra la televisión y la radio es medida habitual en los momentos de crisis política.

Más de un centenar de profesionales están en prisión: sólo en China hay 27, la mayoría desde la primavera de 1989; en Turquía -donde 200 periodistas visitaron las cárceles- y Siria, los presos son 10, y 9 en Irak e Israel. El que lleva más años en prisión -desde 1973, y sin que le haya sido formulado cargo alguno- es Abdulali Alí al Sanussi al Darrat, en Libia.

Fundamentalismo

El ascenso del islamismo en el norte de África ha sido la causa de múltiples atentados contra la libertad de prensa. En Argelia, Egipto y Túnez, los periodistas están atrapados entre el Gobierno y los integristas. En Sudán, el régimen islamista reprime todo conato de libre información sobre la guerra en el sur del país o la aplicación de la sharia -ley coránica- en la vida civil. En Marruecos, el Sáhara sigue siendo tema tabú.La caída del comunismo en Europa central y oriental implica procesos amenazantes contra la prensa. En Rusia, la pugna política arroja una sombra de duda sobre la libertad informativa. Los medios eslovacos, y en menor medida los checos, se tiñen de integrismo cristiano. El puritanismo está a la orden del día en Polonia y el antisemitismo se expresa en Rumania y Hungría.

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