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El PIan General dibuja jardines y polideportivos en los patios de conventos y viejas universidades

Juan Antonio Carbajo

A Madrid le falla el corazón. Los arquitectos que trabajan para el nuevo Plan General han declarado al centro de la ciudad como lugar no apto para vivir. El avance de documento urbanístico, que este mes terminará de dibujar el gobierno municipal del PP, incluye ya varias propuestas para intentar resucitarlo. Entre ellas, la creación de parques y polideportivos en el único sitio que han encontrado disponible: las huertas de los conventos o los patios de antiguas universidades. La Comunidad está dispuesta a participar en un programa de rehabilitación del centro si se restringe totalmente la implantación de oficinas.

Los siete equipos de arquitectos que han pateado el centro de la ciudad para hacer su radiografía lo colocan al borde de la muerte clínica en zonas concretas de Malasaña, Lavapiés y Embajadores. Viviendas insalubres, inseguridad, tráfico caótico, carencia de servicios y degradación generalizada. El peatón apenas puede transitar, y el transporte público no funciona con eficacia. Un 41% de los residentes que vivían en el centro en 1970 ha huido del barrio. Los matrimonios jóvenes se van por falta de espacios libres, y a otros les expulsan las oficinas que se han instalado en la zona, incluidas las de la Administración.Con estos informes como punto de partida, la oficina municipal del Plan General ha empezado a diseñar propuestas concretas para resucitar el centro. Los objetivos: creación de espacios libres y equipamientos (culturales y deportivos), favorecer los usos residenciales y frenar la expansión de las oficinas, fomentar el comercio tradicional y artesanal y primar al peatón sobre el coche. En definitiva, atraer a población joven y crear polos que reactiven la vida urbana y motiven la rehabilitación y regeneración a su alrededor", explica Luis Rodríguez-Avial, gerente de la oficina.

Pero todo el plan no pasará de ser una mera declaración de intenciones mientras los proyectos no cuenten con un presupuesto. Según Rodríguez-Avial, en esta fase del Plan General (presentación del avance) no compete todavía definir las inversiones y las fuentes de financiación.

No más, oficinas

No obstante, el equipo del PP es consciente de que su ambicioso programa de intervención en el centro no podrá salir adelante sin la aportación de otras administraciones. José María Ezquiaga, director regional de Planificación Urbanística, afirma que la Comunidad está dispuesta a participar con una condición: impedir la implantación de oficinas en el centro y sus aledaños, incluidos los distritos de Salamanca y Chamberí.Ezquiaga considera que las nuevas viviendas que necesita Madrid no sólo deben crearse en suelos yermos en la periferia. "Se deben tener en cuenta las viviendas del centro que se van a quedar vacías y que habría que rehabilitar", comenta. Las oficinas, cree la Comunidad, se deben instalar en el eje de la Castellana (que se prolongaría hasta Méndez Álvaro y Villaverde).

El avance del Plan General contendrá una docena de intervenciones como éstas:

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Universidad de San Bernardo-eje de archivos históricos. La Universidad de San Bernardo, ocupada actualmente por la Asamblea de Madrid, la Universidad Complutense y el Ministerio de Educación, tiene un gran patio central, al que se accede por la calle de Amaniel, que el Plan General quiere convertir en un parque público. Además, con el derribo de los edificios complementarios del complejo se haría espacio para levantar un polideportivo y un centro comercial artesano "con el que dar vida al conjunto e impedir que lo invada la población marginal", explica Rodríguez-Avial.

Esta operación se completaría con la conversión del cercano convento de las Comendadoras en sede del archivo histórico de la Iglesia. De esta manera, en la misma zona habría cuatro archivos históricos: el de la Villa (cuartel del Conde Duque), el militar y el regional (que se instalará en la vieja fábrica de cervezas de Amaniel).

Plaza de Vázquez de Mella. La propuesta es soterrar el aparcamiento público actual (que sobresale del subsuelo) y recuperar la plaza con un jardín.

Atocha. El plan propone en esta zona la utilización pública de la huerta del convento de Santa Isabel, tan grande como la plaza Mayor. El huerto se convertiría en una plaza ajardinada, con un polideportivo adosado a las casas anejas. El vecino patio de la antigua Facultad de Medicina de San Carlos, en la calle de Atocha, hoy ocupada por el Instituto Nacional de Administración Pública, también se abriría al público. La operación se completa con la ampliación del Centro de Arte Reina Sofía, que ocuparía las dependencias del Ministerio de Educación. Éstas se trasladarían a la periferia, según el proyecto, aún en estudio, de reubicación fuera del casco de varias oficinas de la Administración.

Embajadores. La propuesta es convertir la finca del Casino de la Reina, en la glorieta de Embajadores, en el mayor parque público del centro. Según el plan, sólo se conservaría la única edificiación con valor del complejo y habría espacio también para una instalación deportiva. El edificio vecino, la fábrica de Tabacos, podría albergar un equipamiento "de envergadura para la ciudad, como parte de los fondos que el Museo del Prado no puede exponer", explica Rodríguez-Avial. Esta operación compondría un nuevo eje museístico: PradoAtocha-Embajadores, y debería alentar el renacimiento de los barrios de Lavapiés y Embajadores.

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