Milosevic convence a los líderes serbios de Bosnia de que vuelvan a debatir el plan de paz
El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, logró convencer a los líderes serbios de Bosnia para que convoquen de nuevo al Parlamento de la autoproclamada República Serbia de Bosnia y reexaminen su negativa al plan de paz de la ONU. Los mediadores, Cyrus Vance y David Owen, anunciaron ayer una reunión con los presidentes de Croacia y Serbia y con los líderes serbios, croatas y musulmanes de Bosnia, que se celebrará el sábado en Atenas. Mientras que el Sóviet Supremo ordenó al embajador ruso ante la ONU que vete toda acción de fuerza en Bosnia.
El ministro de Exteriores ruso, Andrei Kózirev, propuso a sus colegas de Estados Unidos, España, Reino Unido y Francia, los países que últimamente "intervienen de forma más activa en el proceso de regulación de la crisis yugoslava", que se desplacen a Sarajevo para examinar sobre el terreno las posibles soluciones a la crisis bosnia.Esta propuesta de Moscú se enmarca dentro de otra más amplia que pasaba por convocar a los 40 países participantes en la Conferencia de Londres a una reunión la próxima semana en Ginebra.
"En principio no nos oponemos a esa reunión pero consideramos que necesita ser cuidadosamente preparada y creemos que celebrarla la próxima semana es demasiado precipitado; por ello, creemos que es preciso posponerla", dijo el ministro de Exteriores de España, Javier Solana, poco después de la entrevista celebrada ayer en Washington entre el Rey de España y el presidente estadounidense, Bill Clinton. En iguales términos se manifestó un portavoz británico.
"Ha llegado la hora de tomar decisiones drásticas para acabar con el conflicto de Bosnia", dijo Borís Yeltsin el martes pasado. El presidente ruso afirmó que su país no dará apoyo ni cobijo "a aquellos que se oponen a la comunidad internacional".
Estas palabras de Yeltsin levantaron las iras del Sóviet Supremo que ayer ordenó al representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que ejerza su derecho de veto ante cualquier resolución que autorice una intervención internacional en Bosnia-Herzegovina. Los diputados, en su mayoría conservadores y pro-serbios, votaron casi por unanimidad (172 a favor, ocho en contra y siete abstenciones) un texto en el que exponen su temor a que una intervención "dañe los intereses vitales de Rusia" y "no contribuya a una solución de la crisis".
Los intentos de romper el bloqueo al proceso de paz también pasaron ayer por Belgrado. El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, convenció a los líderes serbo-bosnios, Radovan Karadz¡c y Monicilo Krajisnik, para que reconsideren su negativa al plan Vance-Owen, informa Mirjana Tomic. Krajisnik convocó una nueva sesión del Parlamento de la autoproclamada República Serbia de Bosnia para el 5 de mayo, sin precisar qué argumentos utilizará para que los 77 diputados que unánimemente votaron en contra cambien de opinión.
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