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Bruselas rechaza un plan siderúrgico español

Lluís Bassets

La Comisión Europea rechazó ayer las ayudas públicas a la reconversión de la empresa siderúrgica de Alemania orienta] EkoStahl, situada en la ciudad fronteriza con Polonia de Eisenhüttenstadt, en un gesto de claro significado para el plan de reconversión de la siderurgia española. La CE quiere evitar que la crisis económica y la especial crisis siderúrgica abran las puertas a las políticas de subvenciones públicas a fondo perdido y a la competencia entre los Estados comunitarios en defensa de sus industrias.

Eko-Stahl emplea a 3.475 personas, pero hace sólo tres años contaba con una plantilla de 11.500. El plan prevé dejar en 1.500 los puestos de trabajo, el cierre de un alto horno y de un tren de bandas en caliente y una reducción de capacidad desde las actuales 2,1 millones de toneladas en acero bruto hasta 0,9 y desde 1,67 hasta 1,22 millones de toneladas en laminados en frío.Las 900.000 toneladas de acero bruto que quedan debían ser producidas, según la propuesta rechazada, por una miniacería compacta de alta tecnología parecida a la que propone la Corporación de la Siderurgia Integral (resultado de la fusión de Altos Hornos de Vizcaya y de Ensidesa) para Sestao y que ha suscitado también la oposición de la Comisión Europea. La necesidad de un recorte en la capacidad productiva europea de los productos de fundición de acero y laminados en frío es el principal argumento de la Comisión Europea, que se apoya en el informe Braun.

El Gobierno alemán, a través del consorcio Treuhandasntalt, creado para la privatización de las industrias y comercios del Este, proponía aportar 997 millones de ecus (140.000 millones de pesetas): 450 (63.000 millones de pesetas) para cubrir las pérdidas de explotación; 160 (22.400 millones de pesetas) para la modernización del laminado en frío; y 387 (53.900 millones de pesetas) para el horno eléctrico.

El comisario de Industria, Martin Bangemann, aseguró que la decisión de la Comisión facilitaría el camino para un acuerdo en la propuesta de ayudas de Estado presentadas por el Gobierno español para la Corporación de la Siderurgia Integral, aunque insinuó que si no se había hallado hasta ahora un acuerdo era por culpa de las propias autoridades españolas. La concesión de ayudas de Estado a los planes de reconversión siderúrgica deben obtener la unanimidad del Consejo de Ministros de la CE, situación que no se dio en el caso español. Es de prever, por tanto, que el debate sobre la siderurgia alemana el próximo 4 de mayo suscite de nuevo el plan español.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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