Objetivo: medio millón de votos en Cataluña
El objetivo electoral del Partido Popular (PP) en Cataluña es igualar los resultados que el centrismo de la Unión de Centro Democrático (UCD), dirigido por Adolfo Suárez alcanzaba, en esta comunidad antes de ser barrido en 1982 por el auge de los socialistas.Este objetivo exige a la formación conservadora alcanzar o superar el medio millón de votos en Cataluña, cifra que los propios dirigentes locales del Partido Popular estiman como el umbral mínimo para que su aportación a. los resultados generales del partido en el conjunto de España sea políticamente significativa. El reto del PP en Cataluña es superar el carácter de fuerza meramente testimonial que ha tenido hasta ahora.
Este papel jugado hasta ahora por el PP en Cataluña ha sido en buena parte consecuencia el carácter de voto útil que un amplio segmento de la derecha local ha atribuido a Convergència i Unió (CIU) -la formación política del presidente Jordi Pujol- desde 1982.
Ocho diputados
El cálculo del Partido Popular es que el medio millón de votos catalanes se traduciría en unos ocho diputados, el doble de los que tenía en la legislatura que ha concluido. Los centristas de Adolfo Suárez consiguieron 12 diputados en Cataluña en las elecciones de 1979, las últimas que ganaron.
El candidato que encabeza la lista del PP en Barcelona, Jorge Fernández Díaz, considera "muy asequibles" estos objetivos.
Se lograrían si el PP alcanza 400.000 votos en la provincia de Barcelona, unos 150.000 más que los conseguidos en las últimas elecciones legislativas, y se mejoran discretamente los resultados en las otras tres provincias catalanas.
Fernández Díaz cuenta con que el electorado moderado de derecha, que en las elecciones autonómicas apoya a CiU para impedir un triunfo de la izquierda, vea con toda claridad que el PP es la fuerza que tiene posibilidades reales de superar a los socialistas en las elecciones del 6 de junio.
En consonancia con este enfoque, Fernández Díaz adelantó ya ayer que en su campaña insistirá en que CiU "no es más que una fuerza subsidiaria, complementaria", y en que el PP ofrece al electorado de Cataluña, como al del resto de España, las máximas garantías de desarrollo autonómico dentro del marco constitucional.
