Felipe González relaciona la debilidad de la peseta con la "disparatada" política de rentas

El presidente Felipe González sostuvo ayer que los indicadores macroeconómicos de España, que comparó a los de otros grandes países de la CE, no justifican la especulación contra la peseta, aunque reconoció que la política de rentas -la evolución de los costes laborales es "disparatada", dijo- resta competitividad a las empresas. González reiteró hasta la saciedad que no cambiará la política económica ni devaluará la peseta y lo mismo hizo el ministro de Economía, Carlos Solchaga, quien declaró ayer en Pamplona que el Gobierno no modificará la paridad de la moneda pese a las presiones que sufre en el Sistema Monetario Europeo. El ministro responsabilizó al líder del Partido Popuilar, José María Aznar, de la inestabilidad de la peseta.

Carlos Solchaga aseguró que la debilidad de la divisa española "está provocada por el hecho de que el líder del Partido Popular declarara no hace mucho tiempo que no le hubiera temblado el pulso por sacar la peseta del SME. Luego rectificó y se colocó más cerca de las tesis del Gobierno". Para el titular de Economía "caben pocas dudas de que esta falta de criterio del líder del PP haya podido afectar a la posición de la peseta", y concluyó "dejemos el tema de la peseta fuera de la campaña electoral para que recupere su estabilidad".El jefe del Gobierno, en la última jornada de su primera visita oficial a Polonia y en un encuentro con unos 70 empresarios españoles, dedicó buena parte de su intervención a demostrar que "no hay elementos substanciales de diferenciación" entre la situación macroeconómica de España y, por ejemplo, de Alemania, excepto en la balanza comercial.

"El movimiento especulativo de tipo cambiario", prosiguió González, "no tiene porqué responder a causas de fondo que sean diferentes". "Ésto lo han entendido muy bien los demás países de la CE" y sus bancos centrales. "Podemos estar tranquilos porque hay una perfecta comprensión y coordinación de las políticas europeas en esta materia". Gracias a ello "nosotros mantendremos con firmeza la paridad de la peseta".

¿Podrán bajar los tipos de interés? "En España van a bajar los tipos en su momento, cuando se despeje el panorama en el que está inmersa", contestó el presidente. "No existe coyunturalmente margen de maniobra para hacerlo". Si, tras las elecciones, "nos acompaña una evolución moderada de la política de rentas". se podrán rebajar los tipos. El plazo es "de un par de meses".

A partir de ahí González arremetió con dureza contra "la evolución de rentas y costes laborales en España, que es disparatada y este año sigue siendo disparatada". Puso como ejemplo a Austria o a Alemania dónde, gracias a los pactos de solidaridad, se negocian los aumentos salariales sobre la inflación previsible y no sobre la pasada.

"Si no somos capaces de cambiar de mentalidad (...) no vamos a ajustar algunos de los problemas estructurales que padecemos", añadió. González, que en la tarde de ayer regresó a Madrid, prometió "resistir la fácil tentación" en periodo electoral "de ceder en materia de negociación colectiva y mucho menos en política cambiaría".

Carlos Solchaga respaldó las declaraciones hechas por el presidente ya el viernes, en las que descartaba una nueva devaluación de la peseta pese a la fuerte depreciación que ha sufrido frente al marco alemán (el viernes cerró a 73,78 frente a 72,75 del día anterior). Según Europa Press, para el ministro de Economía es fundamental mantener la estabilidad monetaria para conseguir otros fines como la recuperación económica, la lucha contra la inflación y el desempleo. "Sin estabilidad cambiaria eso es extraordinariamente difícil", apuntó.

"Estamos observando cómo la balanza económica se ajusta rápidamente, reduciéndose el déficit comercial", afirmó, "estamos viendo cómo baja la inflación y confiamos en que ese descenso se consolidécon aumentos salariales en términos nominales por debajo del año pasado".