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Desmanteladas 13.000 cabezas nucleares soviéticas

Primero la Unión Soviética y luego Rusia han desmantelado 13.000 cabezas nucleares desde que empezó el proceso de desarme, en 1987, según informó el ministro de Energía Atómica, Víktor Mijáilov, responsable de la tarea. Entre 1987 y 1991, el ritmo fue de 2.000 ojivas anuales, y en 1992 se elevó a 3.000, "a petición del presidente Yeltsin y del Gobierno", precisó.El punto de partida en 1986 eran "más de 40.000 cabezas nucleares", según Mijáilov, que era responsable del programa nuclear militar hasta que fue nombrado ministro, a principios del año pasado, poco después de la desaparición de la URSS. "Nos preocupaba esa gran cantidad de armas y se llegó a la conclusión de que debía rebajarse. El proceso debe seguir hasta que se alcance el nivel preciso en que ninguna cabeza caliente pueda pensar en amenazar a Rusia", subrayó en declaraciones a este diario.

La tarea de desmantelamiento, agregó, se efectúa en cuatro plantas creadas para la tarea contraria: ensamblar las ojivas.

Mijáilov afronta la tarea de tratar de reconvertir un enorme complejo que da trabajo a 150.000 especialistas en bombas atómicas en un momento de profunda crisis económica. Quiere que1a mitad de ellos trabajen dentro de dos años en la producción de bienes de uso civil. Para ello necesita unos ingresos extraordinarios que completen las subvenciones estatales, que tras los recortes presupuestarios cubren poco más que el pago de salarios.

Los bienes más valiosos de que dispone el complejo nuclear militar son el plutonio que extrae de las cabezas nucleares, invendible porque no hay reactores en el mundo capaces de consumir este combustible, y el uranio que extrae asimismo de las cabezas o enriquece en sus modernas plantas de centrifugación. Pero el mercado del uranio enriquecido lo tiene Rusia prácticamente vetado. "Estados Unidos tiene una cuota mundial del 51%, y nosotros, sólo del 6%", se lamentó.

Mijáilov se quejó de que una acusación de dumping frustró una venta de uranio enriquecido a Estados Unidos el año pasado, por valor de 200 millones de dólares. La posibilidad de vender por debajo de los precios de mercado la justifica el ministro diciendo que su país dispone de mejor tecnología.

Rusia vende al año uranio enriquecido para centrales civiles por valor de 500 millones de dólares, "pero tenemos capacidad para vender hasta 2.500 millones", agregó Mijáilov. "A la guerra fría le ha seguido una auténtica guerra caliente comercial. Se nos impide competir en el libre mercado" con trabas burocráticas que "buscan proteger unas tecnologías atrasadas", insistió.

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En este contexto, el ministro consideró improcedentes algunos de los créditos prometidos por Occidente, que tildó de limosnas. "Lo que queremos es que nos dejen ganar dinero con nuestros productos y si los países desarrollados nos cierran los mercados tendremos que volcarnos en el Tercer Mundo". Rusia ya negocia la venta de centrales nucleares con "Irán, China, Pakistán y América del Sur".

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