Balladur consigue que empresarios y sindicatos franceses acepte restablecer el diálogo social
Todas las organizaciones patronales y sindicales de Francia respondieron ayer positivamente a la convocatoria M nuevo primer ministro, Edouard. Balladur, para comenzar a estudiar en Matignon posibles soluciones a los graves problemas del paro y los déficit en los sistemas de protección social. Bajo la presidencia de Balladur, siete ministros, los representantes de tres organizaciones empresariales y los de cinco confederaciones sindicales hicieron el inventario de los males franceses en un ambiente calificado por todos de "relajado" y "constructivo".
El primer ministro de Francia flota sobre un auténtico "estado de gracia". Los sondeos revelan que la gran mayoría de los franceses confían en él y aprueban la honradez con la que predica una política de "sangre, sudor y lágrimas". Incluso cuando anuncia que se verá obligado a subir en breve los impuestos indirectos, el flamante primer ministro de centro derecha recoge un aplauso general.En el terreno internacional, a Edouard Balladur también le van bien las cosas. El pasado jueves, su primera entrevista en Bonn con Helmut Kohl fue acompañada de lo que los analistas franceses calificaban ayer de "un auténtico regalo" del Bundesbank. El banco central alemán realizó el gesto simbólico que andaba pidiendo el primer ministro francés: una bajada de los tipos de interés.
A Balladur le faltaba por superar la prueba de los interlocutores sociales. Fiel a su deseo de promover el diálogo y la negociación, el primer ministro había invitado a Matignon a empresarios y sindicalistas. Les proponía hacer el inventario de los problemas económicos y sociales del país y diseñar de modo consensuado medidas contra el paro y los "agujeros" de la Seguridad Social y el sistema de pensiones de desempleo.
Reparto del trabajo
Balladur cosechó una primera victoria con la masiva respuesta positiva a su convocatoria y el espíritu de cooperación que dijeron aportar todos las partes. Nicole Notat, secretaria general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), aseguró que lo "más urgente" es "encontrar soluciones nuevas e imaginativas al problema del paro". Notat volvió a declararse partidaria del "reparto del trabajo", la fórmula que hizo un largo camino durante la pasada campaña electoral.
Frangois Perigot, presidente de la Confederación Nacional de la Patronal Francesa (CNPF), pidió "medidas fuertes para enderezar la economía francesa, que está en situación de caída en picado". Acto seguido, precisó que la patronal milita en la lucha contra el paro y por el mantenimiento del nivel de protección social. Perigot también se declaró partidario de establecer "reglas más firmes" para la competencia internacional. "No se trata de ser proteccionista", dijo, "sino de evitar que las nuevas formas de competencia internacional degraden el tejido industrial francés y amenacen nuestro empleo y nuestra protección social".
A excepción de la procomunista Confederación General del Trabajo (CGT), los sindicatos aplaudieron los comentarios del líder empresarial. "El cambio de Gobierno", afirmó Notat, "le ha permitido a la patronal adoptar un aire primaveral muy simpático".
En la mesa de negociaciones, Balladur, sonriente y frotándose las manos de contento, estaba rodeado por Simone Veil, ministra de Sanidad y Asuntos Sociales; Edmond Alphandery, titular de Economía, y otros cinco ministros. El jefe del Gobierno declaró que el de ayer fue tan sólo "un primer encuentro". "Por el momento", dijo, "no se trata de establecer compromisos o acuerdeos, sino de que todo el mundo escuche las preocupaciones de los demás".
Pero Balladur desea que el Gobierno y los interlocutores sociales se reúnan de nuevo antes de las vacaciones de verano. El resultado de sus trabajos será una serie de proyectos de ley, que serán sometidos al Parlamento el próximo otoño.
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