Grupos armados con palos, cadenas y paraguas vigilan cada día su calle
Grupos organizados, armados con palos, cadenas y paraguas, peinan día y noche la calle Barcelona de Móstoles (190.000 habitantes) para ahuyentar a los toxicómanos y traficantes que merodean por el parque principal del barrio. Los vecinos han montado estas patrullas de vigilancia al fracasar el método del paseo diario y las actuaciones policiales. Además, también culpan al alcalde del aumento del narcotráfico, por ignorar las repetidas llamadas de ayuda de la asociación de vecinos La Loma.
Según Francisco Ramos, presidente del movimiento vecinal, hasta anoche no se había producido ningún enfrentamiento entre los residentes y los camellos, que, tras las actuaciones vecinales, que alcanzan la zona de Cerro Prieto. A pesar de que ya se han retirado muchos yonquis, los vecinos aseguran que seguirán saliendo a la calle para caminar lentamente por las, aceras y el parque con el fin de despejar el barrio y garantizar su seguridad. Para Ramos, el asunto "se les ha escapado de las manos a las autoridades policiales y municipales por dejadez, ya que se viene denunciando el malestar desde hace varios meses".
Los comerciantes del barrio, agobiados también por las amenazas y robos, creen que es triste recurrir a estos métodos a causa de la ineficacia municipal. José María Alonso, otro portavoz vecinal, aseguró que el alcalde socialista, José Baigorri, les advirtió que estaban siendo manipulados. Alonso replicó, acusándole de ser una de las personas que no ha buscado alternativas a las demandas vecinales.
En la última junta local de Seguridad Ciudadana, el comisario de Móstoles prometió a los vecinos un aumento de fuerzas policiales. Responsables de la comisaría anunciaron ayer la incorporación de mujeres policía y perros para colaborar en las operaciones de vigilancia.
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