El PP traspasa el Teatro de Madrid

El Teatro de Madrid, que esconde uno de los mejores escenarios para representar zarzuela, no pudo abrir en 1992, como estaba previsto, los actos del Madrid Capital Cultural. Ahora su futuro está en el aire. La concejal del PP Esperanza Aguirre, que asumió hace dos meses la cartera de Cultura, quiere aplicar a este local su política preferida: la privatización. "No creo en la gestión por los funcionarios", reconoce.

Aguirre está dispuesta poner en manos de un promotor privado la gestión del tercer teatro municipal. El empresario saldrá de un concurso público en el que se primarán aquellas ofertas que programen preferentemente zarzuela, -"el género madrileño por excelencia", dice la concejal- y las que salgan más baratas al Ayuntamiento. Fuentes del medio teatral contestaron que la zarzuela de calidad, "la que se puede representar en esa sala", es muy cara para que la asuma un promotor privado.

El Teatro de Madrid, cuya construcción ha costado 1.300 millones, es de difícil amortización, cree Aguirre. El escaso aforo, 600 butacas, y su situación, en la Vaguada, fuera de los circuitos comerciales, son sus inconvenientes. La edil es rotunda: "El Ayuntamiento no es empresario de teatro ni de zarzuela, pero debe facilitar los medios".

Aguirre aprovechará que los contratos de los 34 trabajadores de la sala expiran el 30 de junio para sacar un pliego de condiciones y ceder la gestión del teatro. La duración mínima de la concesión será de tres años y cada año, según planea Aguirre, será menor la aportación municipal. "Pero el nombre del Ayuntamiento seguirá presente en el teatro, y valoraremos los proyectos con más calidad", dijo Aguirre.

Comedias de tres actores

En los pliegos de condiciones del concurso habrá también un requisito: que funcione algo más de 200 días al año, por una razón insólita en un teatro moderno: la sala no tiene aire acondicionado. Así, Aguirre eximirá al concesionario que explote la sala de programar en verano.José Gómez, delegado de cultura de UGT, se teme que la sala se cierre de lunes a jueves y que sólo abra los fines de semana. Su objetivo sindical es que los 34 trabajadores se queden y por ello irá a ver a Aguirre el próximo día 20. La concejal tiene, o así lo expresa ahora, la intención de que sólo el director se quede, "como un puente entre el Ayuntamiento y el teatro". Este periódico intentó el pasado viernes obtener unas declaraciones del directivo José Manuel Gorospe, lo que no fue posible.

La nueva titular de Cultura, que ha asumido el departamento tras el escándalo que descabalgó a los ediles Pedro Ortiz y Ángel Matanzo, pretendía ir aún más lejos. Tenía los mismos planes para el Centro Cultural de la Villa y el Teatro Español. "El problema es la nómina que tienen. Por ejemplo, en el Español hay 40 acomodadores. Eso no pasa en esta sala, los propios profesionales del medio me aconsejaron que sacase el Teatro de Madrid a concurso".

"Es imposible programar en el Teatro de Madrid con financiación privada otra cosa que no sea una comedia con dos o tres actores, y para eso ya están los teatros del centro, que pierden dinero; la gente no va a ir a La Vaguada a ver comedias", indicó un técnico del medio teatral. "Para hacer grandes montajes ya tenemos el Teatro Español", dice Aguirre. Juan Barranco, el portavoz socialista del Ayuntamiento, se ríe y dice que la concejal quiere privatizar incluso el aire.

La programación está ya diseñada hasta diciembre de este año, extremo confirmado por la concejal. Según fuentes del mundo de la danza, el coreógrafo Víctor Ullate tenía previsto cambiar el nombre a su compañía para incluir una referencia a Madrid y pasar a ser la compañía residente del teatro, lo que significa que en las actuaciones sólo se lleva la taquilla que genere pero utiliza la sala más que nadie.

Incógnitas y navidades

Un ejemplo claro de la programación es que la Red Española de Teatros y Auditorios (a la que pertenece el Teatro de Madrid) ha difundido una gira del ex bailarín en la que incluye actuaciones en la sala madrileña en los meses de mayo, septiembre, octubre y diciembre.Si se cumple o no lo previsto, con empleados que terminan contrato en junio, es una incógnita, asegura un experto teatral. Aguirre, no obstante, quiere que el bailarín siga con sus planes pero insiste: "Quiero llevar la cesión al pleno de mayo o al de junio. A los empleados se les termina el contrato en junio y, como hay que cerrar el teatro en julio y agosto, ya veremos qué se hace después del verano. Habrá gestión privada a partir de las navidades".