Seis muertos y más de 500 heridos en la jornada de luto por Chris Hani en Suráfrica
Seis personas murieron ayer en Suráfrica y más de 500 resultaron heridas durante las multitudinarias manifestaciones que se celebraron en las principales ciudades del país en memoria del líder comunista y miembro de la cúpula dell Consejo Nacional Africano (ANC) Chris Hani, asesinado el pasado sábado por un inmigrante polaco ultraderechista. Más de un millón de personas tomaron parte en los actos en memoria de Hani. En la localidad de Soweto, la ciudadela negra situada al sur de Johanesburgo, la policía abrió fuego, sin aviso previo, contra 15.000 jóvenes negros.
Los manifestantes de Sovieto rodearon una comisaría entonando canciones en favor de la lucha armada y contra las matanzas de ciudadanos negros. Un vehículo policial fue apedreado. La tensión fue creciendo por momentos y, finalmente, la policía abrió fuego contra la multitud. El tiroteo duró un minuto. Cuatro personas murieron acribilladas y 275 resultaron heridas. Uno de los fallecidos es el secretario general del Congreso Nacional Africano (ANC) en Soweto, Sam Ntobane.Horas antes, el líder del ANC, Nelson Mandela, había bregado con una multitud de 30.000 personas en el estadio de Soweto, a las que pidió que mantuvieran la calma. Mandela, con rostro inexpresivo, fue abucheado cuando utilizó términos conciliadores para referirse al Partido Nacional (en el poder) y propugnó una reconciliación entre los "antiguos enemigos".
Miembros de la organización aseguraron, sin embargo, que habían controlado a sus militantes y deploraron la actuación de la policía por abrir fuego contra la manifestación celebrada en Soweto. Observadores internacionales también lamentaron el incidente.
Toyo Sexwale, representante del ANC en Pretoria y Johanesburgo, dijo que las manifestaciones habían ayudado a la gente a liberar su rabia. Sexwale comparó ayer el asesinato de Hani con "una muerte en 1914 en Sarajevo que desencadenó la I Guerra Mundial" (el asesinado del archiduque Ferdinando).
En Ciudad del Cabo, los actos de protesta por la muerte de Hani degeneraron en una batalla campal entre manifestantes y policías. Un agente cayó muerto de un disparo en la cabeza y un observador internacional fue apuñalado. Más de 150 personas sufrieron heridas de diversa consideración. Centenares de jóvenes asaltaron comercios y quemaron vehículos y viviendas, mientras la policía y el servicio de orden desplegado por el ANC se mostraban incapaces de controlar la situación.
Los disturbios se produjeron, sobre todo, en las cercanías del Parlamento y la residencia del presidente surafricano, Frederik De Klerk, así como en las proximidades de la catedral de Saint George, donde se ofició una misa por Hani a la que asistió Danielle Mitterrand, esposa del presidente francés.
La policía había desplegado a 23.000 hombres en todo el país, y los líderes políticos habían instado a la población a seguir el "espíritu pacificado?' de Hani durante la jornada de luto. A pesar de ello, las escaramuzas y los actos vandálicos se reprodujeron en Pietermaritzbur, East London y Durban. Decenas de blancos participaron en los actos en recuerdo del líder asesinado en estas ciudades.
Nuevas medidas
Dos blancos fueron asesinados en una emboscada en el homeland de Transkei, cuando el vehículo en el que viajaban fue tiroteado. La policía no ha indicado si este hecho tiene relación con los acontecimientos suscitados por la muerte de Hani.
El político surafricano será enterrado el lunes en Johanesburgo. La policía teme que la tensión vaya en aumento en los próximos días. En este sentido, el presidente De Klerk anunció anoche "nuevas medidas" para poner freno a la violencia.
"El 14 de abril ha sido un día triste para Suráfrica", declaró De Klerk ante las cámaras de televisión, y se refirió a las manifestaciones masivas como un error. "No vamos a permitir que este país degenere en el caos. Aunque estamos conmocionados por el asesinato de Hani, eso no justifica de ninguna manera lo que ha sucedido hoy", aseguró el presidente.
Sin embargo, el Gobierno no tiene previsto ningún plan para interferir en las ceremonias organizadas por el ANC.
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