Instinto perdedor
El fracaso del Madrid reabre el debate sobre el carácter de los deportistas españoles
La excesiva presión, la idiosincrasia española, la falta de planificación... Los técnicos no se acaban de poner de acuerdo sobre la razón por la que, tan a menudo, se repiten inesperadas derrotas en partidos decisivos, como la protagonizada por el Real Madrid frente al Limoges. Uno de los escasos puntos de coincidencia es que salir como gran favorito es perjudicial para un deportista, pero no se ofrecen explicaciones adecuadas a la fatalidad con la que los españoles afrontan los grandes acontecimientos. Los repetidos fracasos acuñan el instinto de perdedores.
El serbio Bozidar Maljkovic: fue el verdugo del Madrid como entrenador del Limoges. Pero en 1991 dirigía al Barcelona, que perdió en la final de la Copa de Europa. Ya entonces expresó su opinión sobre la actitud de los deportistas españoles: "No se trata sólo de un problema del Barcelona", dijo. "Son los jugadores españoles en general los que en este tipo de partidos acusan el miedo. Es muy dificil corregir el aspecto psicológico que provoca que unos jugadores actúen de esta forma. Es lo contrario de lo que les sucede a los jugadores del Jugoplastica que siempre juegan con valentía".El croata Dragan Matutinovic, seleccionador español de waterpolo, disiente: "No creo que sea cuestión de miedo. Todo depende de una buena preparación psicológica y física. Pero creo que existe mucha improvisación en España. Se quiere llegar arriba demasiado rápido. No soy partidario de psicólogos, aunque cada uno puede elegir".
Tampoco Valero Rivera, entrenador del Barcelona y seleccionador de España en el último Mundial de balonmano, está muy de acuerdo con Maljkovic: "No creo que sea un problema del carácter español. Nuestro deporte ha hecho gestas importantes, tanto a nivel de clubes como de selección. Cuando se produjeron, no se habló de problemas psicológicos. En ese aspecto somos fuertes, porque en situaciones difíciles es cuando mejor nos sobreponemos. Para mí se trata de un problema de trabajo y de falta de verdaderos líderes. En cualquier caso, la derrota del Madrid no puede achacarse a un problema psicológico de los españoles; muchos de sus jugadores han nacido fuera de España".
Aíto García Reneses, que perdió también como entrenador del Barcelona la final de la Copa de Europa de 1990 y la semifinal de 1989, considera que las razones hay que buscarlas en otros aspectos: "No veo demasiados puntos en común entre la derrota del Madrid, las del Barcelona y la del Joventut. La única coincidencia es que a todos nos catalogaron como claros favoritos. Tal vez a partir de ahora la gente deba replantearse que los que fallan son los pronosticadores".
Psicólogos
Josep Marí, jefe del departamento de psicología del deporte del Centro de Alto Rendimiento (CAR) estima que cuando un equipo sale como superfavorito, sus integrantes tienden a exagerar la amenaza que supone su rival. "La prensa, la afición y los directivos son, básicamente, los encargados de crear este estado de opinión", opina Marí. "Dicho de otra forma, si ganar al Limoges implica una dificultad objetiva de un 7, el Madrid monta una táctica e intenta afrontar el partido para alcanzar este 7. Pero la valoración exagerada e irreal que perciben los jugadores, por decirlo de alguna manera, eleva la dificultad de la empresa a un 9. Los jugadores, entonces, entienden que se ha de hacer algo más de lo que se había estudiado; juegan de forma desorganizada, dejan de pensar en el colectivo para intentar arreglar la situación de forma individual".
Inma Puig, psicóloga de FIT Sport Consulting, cree que lo que falla en España son los métodos de trabajo, y no los deportistas. "Trabajamos igual que hace 25 o 30 años. En España, además, existe un miedo atroz al ridículo, causado por un problema cultural. Nadie quiere probar cosas novedosas. Cuando Floro trajo un psicólogo al Madrid, provocó burlas. En otros países, es un hábito normal".
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