Fernando Colomo produce el drama fraternal de un nuevo director
"Necesitamos sangre nueva", afirma el director de cine Fernando Colomo, que ahora apadrina a Mariano Barroso, un treintañero que desde finales de marzo dirige en Madrid y Barcelona su primer largometraje, Mi hermano del alma, una historia que narra un doloroso enfrentamiento fraternal.
Mariano Barroso y Fernando Colomo se conocen desde "hace años". Colomo apoyó los primeros cortometrajes realizados por Barroso y hace dos años le dio la oportunidad de dirigir varios capítulos de la serie de televisión Las chicas de hoy en día, que producía y dirigía Colomo, donde el joven director se encargó de cinco de los capítulos de la serie.A Mariano Barroso, guapo y de caracter especialmente abierto, le gusta destacar su pasado teatral: en el laboratorio madrileño de William Layton o como ayudante de dirección de directores de escena como José Carlos Plaza y Miguel Narros. "Esta historia de hermanos conecta con el teatro contemporáneo norteamericano", dice el joven director, que ha vivido varios años en Estados Unidos estudiando cine y, que ha escrito Mi hermano del alma junto con el guionista Joaquín Oristrell.
Autobiografía
La película, de fondo dramático, narra el reencuentro de dos hermanos tras 10 años de dolorosa separación. El filme está basado, según gran parte del equipo, en la propia vida del director. "Le toca dentro", dice Fernando Colomo. Pero Barroso matiza: "Lo único autobiográfico son los sentimientos y no los personajes. Sí, tengo muchos hermanos, pero ninguno se parece a los de esta historia".Carlos Hipólito y Juanjo Pulgcorbé, a los que Mariano Barroso no duda en comparar con actores de la talla de Al Pacino y Kenneth Branagh, son los protagonistas de la película junto a la actriz Lydia Bosch. "Este es un filme de actores. Es una comedia dramática, con alguna situación de humor", continúa el director. "Yo no soy muy amigo de los sentimientos", afirma irónico el actor catalán Juanjo Puigcorbé, "pero en esta película los sentimientos se contagian", añade el actor, que, junto con Carlos Hipólito, se ha teñido el pelo de color caoba para dar credibilidad a su consanguineidad.
La película, que tiene un presupuesto de 140 millones de pesetas y está coproducida por la productora Sogetel, se rodará en Madrid y Barcelona. El rodaje ha comenzado en chalet a medio construir de las afueras de Madrid. Una casa en obras, con la piscina terminada y llena de agua, donde tiene lugar el primer encuentro dramático de la película, en la que los vencederos son los verdaderos perdedores.
"Hay que ayudar a los que empiezan y no a los que ya han encontrado un sitio", asegura Colomo, que en los años setenta produjo la primera película de Fernando Trueba, Ópera prima. "Mariano tenía desde hace años una historia entre manos y, aunque no sabía bien cómo era, me bastó su entrega y entusiasmo para plantearme producirle la película. Confío en él", añade muy sonriente Colomo. "Estamos intentando hacer más películas con gente nueva", prosigue Colomo, que el 23 de abril estrena su última comedia, Rosa Rosae.
Babelia
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