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Rocard llama a la reunificación de los socialistas franceses

Michel Rocard tomó ayer posesión de la dirección provisional del Partido Socialista (PS) francés, una organización "balcanizada", según la expresión de muchos militantes, tras su terrible derrota en las pasadas elecciones y el posterior ajuste de cuentas, entre sus dirigentes. Rocard hizo un llamamiento a la "reunificación" de los socialistas y resumió así su programa: "Reconstruir el PS, luego la izquierda y, algun día, Francia". Laurent Fabius, su predecesor, sigue amotinando a los militantes.Fabius no estuvo en la sede socialista para la tradicional ceremonia de transmisión de poderes. Poco antes había declarado a una emisora de radio: "Rocard no es el líder de la oposición de izquierda; de hecho, nadie ocupa esta función, porque el PS ha explotado y la izquierda ha entrado en un proceso de descomposición acelerada".

Desde su expulsión del cargo del primer secretario del PS, Fabius denuncia lo que llama "el golpe palaciego" de Rocard. En esa tarea le ayudan los partidarios de Jacques Delors, que en los últimos días han hecho toda una demostración de doble juego. Tras ser los primeros en pedir a gritos la dimisión de Fabius, los delorsistas critican ahora con gran dureza a Rocard. Creen que así preparan el terreno para un futuro desembarco de un Delors convertido en "el salvador providencial" del socialismo.

La rebelión se extiende

La rebelión contra Rocard se extiende ya por numerosas -federaciones regionales del PS. Las de Isére, Paso de Calais y Seine-Maritime, han proclamado su independencia de la nueva dirección. Roland Dumas, Jack Lang y otros barones fieles a François Mitterrand guerrean verbalmente contra el promotor del big bang.Rocard tiene tres meses para reunificar a los socialistas y convencerles de la bondad de su proyecto de reconstrucción de la izquierda. Su tarea es ardua, pero no imposible. Diversos comentaristas subrayaban ayer que la derrota de la izquierda francesa puede serle beneficiosa a largo plazo.Los partidarios de Rocard apostaban por lo que Jean-Paul Huchon llamó ayer "un próximo regreso de la razón". "Hacía falta un electrochoque para que los militantes y simpatizantes de izquierda se dieran cuenta de que algo ha cambiado tras el desastre electoral de marzo", afirmó el que fue director de gabinete de Rocard en el Hótel Matignon. "La nueva dirección", añadió, "fue elegida democráticamente en el Comité Directivo del pasado sábado y los que denuncian un golpe de Estado deberían ser más cautos en sus comentarios". Huchon se declaró convencido de que Delors no aprovechará esta crisis para proclamarse candidato socialista a la presidencia.

La necesidad de reconstruir la izquierda era reconocida por algunos comunistas. Charles Fiterman y PhIlippe: Herzog propusieron un big bang del partido de la hoz y el martillo. Los comunistas, dijeron, también deberían celebrar unos Estados Generales destinados a "una refundación paralela a la del PS".

Por razones muy diferentes, la derecha francesa también estaba ayer enlutada. El pasado lunes se conoció la noticia de la muerte de Philippe Habert, esposo de Claude Chirac, la hija menor y la principal colaboradora del líder gaullista. Habert, politólogo de Le Figaro y de TFI, de 34 años de edad, fue encontrado muerto en su domicilio. En un primer momento se informó que se había suicidado de un disparo en la cabeza, pero fuentes próximas a Jacques Chirac aseguraron que Habert falleció de una crisis cardíaca.

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