La CE llama al aislamiento total de Serbia ante el rechazo por Karadzic del plan Owen-Vance

Los ministros de Exteriores de la Comunidad Europea (CE) acordaron ayer avanzar un paso más en la presión sobre Serbia al proponer al Consejo de Seguridad de la ONU que decrete el aislamiento total, diplomático y de comunicaciones, de Serbia y Montenegro. Los Doce tomaron esta decisión tras ecuchar al copresidente de la conferencia de Ginebra sobre la ex-Yugoslavia, David Owen, y sugirieron la posibilidad de empazar a aplicar por su cuenta las medidas de aislamiento, aun antes de que el Consejo de Seguridad las considere.

"Si los serbios de Bosnia aceptan el plan de paz -argumentan los Doce en un comunicado- y luego es aplicado con plena buena fe, las actuales presiones serán gradualmente levantadas, llevando a la plena readmisión de Serbia-Montengro en la comunidad internacional". La decisión incluye todo un paquete de medidas de estrechamiento del cerco existente alrededor de Serbia y se complementa con medidas de vigilancia del embargo como las acordadas por la mañana, en sesión de ministros de la Unión Europea Occidental (UEO).La nueva vuelta de tuerca de los Doce es también una respuesta a los países que están pidiendo el levantamiento del embargo de venta de armas a Bosnia, con el objetivo de que los musulmanes puedan defenderse de las agresiones serbias. La mayoría de los países comunitarios consideran que todavía hay un camino hacia la aprobación del plan de paz sin necesidad de decretar medidas que pueden llevar directamente a un enfrentamiento entre Naciones Unidas y Serbia.

La fuerza fluvial de la UEO se encargará de filtrar todas las embarcaciones que se dirijan hacia Serbia a través del Danubio para evitar la violación del embargo. España aportará una patrullera de la Guardia Civil con su tripulación y medios. Esta será la segunda aportación española a las operaciones de la ONU en la ex Yugoeslavia, donde actualmente se halla una fuerza de unos mil hombres de la Legión.

Entre ocho y diez lanchas dotadas de armamento ligero y un total de unos 200 hombres, aportados por Alemania, Francia, España, Holanda, Luxemburgo e Italia, patrullarán en dos puntos del Danubio, entre la entrada de sus aguas en Serbia por Hungría y su salida por Rumania y Bulgaria. La ausencia de un control sistemático y organizado ha permitido hasta ahora la entrada en Serbia de barcazas con suministros, petróleo principalmente, y quizás armamento.

Lancha de la Guardia Civil

La lancha española Bazán 39, de la Guardia Civil del Mar, será transportada por tierra y llegará al Danubio aproximadamente dentro de un mes. Participarán unos 50 guardias. No se conoce todavía en cuál de los dos puntos de control deberá patrullar la lancha española. Las órdenes que recibirán estas fuerzas será la realización de operaciones de aduana y de policía con autorización explícita de utilizar las armas para repeler ataques y para actuar en caso de emergencia.