Mercedes implantará en EE UU su primera fábrica fuera de Alemania

La empresa alemana Mercedes Benz ha decidido instalar su primera planta de construcción de coches fuera de su país en Estados Unidos. Siguiendo el ejemplo de su rival BMW, Mercedes invertirá 300 millones de dólares (unos 36.000 millones de pesetas) en la construcción de su fábrica norteamericana, que entrará en funcionamiento en 1997.

La empresa automovilística de coches de lujo anunció ayer su decisión de fabricar automóviles por primera vez fuera de Alemania para reforzar su presencia en el mercado norteamericano y aprovecahr los menores costes de mano de obra.Mercedes vendió el pasado ano en Estados Unidos 63.300 vehículos, lo que supuso un aumento del 7,5% con respecto al año anterior. Sin embargo, algunos analistas financieros han cuestionado que el público estadounidense vaya a mantener el mismo interés cuando la admirada tecnología alemana lleve una etiqueta colgando que diga "hecho en USA".

Las razones que animan a Daimler-Benz para iniciar su primera aventura de construcción de coches en el extranjero son la cotización del dólar, los cada vez más altos salarios en Alemania y la mejora de la productividad en Estados Unidos (la media norteamericana de asamblaje de coches está en 25 horas frente a las 30 horas de media en Europa.

El lugar exacto donde se instalará la fábrica será decidido en los próximos tres meses. Fuentes especializadas en el sector señalaron que la planta de Mercedes Benz se establecerá probablemente en los alrededores de Charlotte (Carolina del Norte), donde empleará a unas 1.500 personas para alcanzar unas cifras de producción anual de 60.000 vehículos, según anunció la firma alemana en una conferencia de prensa celebrada en Dearborn (Michigan).

Los motores de los coches seguirán llegando desde la central automovilística de Stuttgart.

Los ejecutivos de la empresa alemana anunciaron ayer en Detroit que la nueva planta construirá un vehículo todo terreno inspirado en el Mercedes 300 GE, que ya se comercializa en Europa y Japón, pero al gusto norteamericano. Este modelo costará entre 20.000 y 30.000 dólares, por debajo de los precios de las berlinas de lujo habituales. Según el vicepresidente de Mercedes, Helmut Werner, la empresa "no tiene intención de aislarse en la torre de marfil de ser sólo constructores de vehículos de superlujo, sino que se enfrentará a la competencia japonesa en los terrenos donde ésta domina", señaló Werrier. La mayoría de los fabricantes nipones venden en Estados Unidos vehículos parecidos al que pretende producir Mercedes.

La compañía alemana fabrica, a través de su filial Freight-Liner, camiones en Estados Unidos desde hace más de 50 años. Instalada en Portland (Oregon), esta filial emplea a cerca de 6.200 personas.

Uno de sus principales competidores, BMW, también alemán, ha comenzado ya la instalación de una fábrica en Greer (Carolina del Sur) que comenzará a funcionar en 1995 y producirá descapotables de dos plazas.

Dentro de sus planes de inversión norteamericana, la semana pasada Daimler-Benz llegó a un acuerdo con Securities and Exchange Commission para ser la primera compañía alemana que cotice en la bolsa de Nueva York.