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CITA EN VANCOUVER

Clinton anuncia ayuda urgente a Yeltsin para que gane el referéndum

Bill Clinton anunció ayer, al término de la cumbre de Vancouver (Canadá) con Borís Yeltsin, "una ayuda de emergencia a Rusia de 1.600 millones de dólares (cerca de 200.000 millones de pesetas), de los que 690 son una donación. El presidente ruso utilizará esta ayuda y el espaldarazo de su homólogo norteamericano en la campaña para el referéndum del 25 de abril, auténtico voto de confianza popular.Viene de la primera página

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Clinton y Yeltsin estuvieron de acuerdo en que la seguridad y la paz en el mundo exigen un apoyo decidido, amplio y multilateral a la democratización, la creación de una sociedad civil y la transición a la economía de mercado en Rusia. "Defendemos valores que están encarnados en la política del presidente Yeltsin", dijo el presidente estadounidense. Clinton no hizo ningún comentario de apoyo explícito a Yeltsin en lo que se refiere al referéndum, pero elogió la voluntad de someterse al voto popular del presidente ruso y su confianza en la gente, "aunque", agregó, "pueda decidir echarle a uno".Yeltsin, por su parte, aseguró que no existe en la actualidad una alternativa a su liderazgo en Rusia. Según el jefe de Estado ruso, la falta de confianza de sus conciudadanos en él sería un "duro golpe" tanto para Estados Unidos como para el mundo, porque supondría el "retorno de la hidra comunista".

El resultado más tangible de la cumbre de dos días de Vancouver, primera que celebran Yeltsin y Clinton, fue la concesión de ayuda norteamericana que el presidente ruso ha bautizado como paquete Clinton y que podrá hacerse efectiva este mismo año. Supone una inyección de 1.600 millones de dólares y es sólo uno de los elementos del despliegue conjunto occidental que Clinton ha pasado a liderar en Vancouver. El siguiente capítulo se dará en Tokio, durante la reunión de ministros de Finanzas y Exteriores de los países del Grupo de los Siete que se celebrará los días 14 y 15 de abril próximos.

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Clinton asegura que la ayuda es una inversión no sólo en Rusia, sino también en Estados Unidos

Clinton recalcó que este amplio programa de asistencia al que fue el gran rival de Estados Unidos en el escenario internacional en la época de la guerra fría constituye una inversión, no sólo en Rusia, sino también en Estados Unidos.Del esfuerzo norteamericano para salvar la democracia en Rusia forma parte la renegociación de 15.000 millones de dólares de deuda externa rusa, lograda en el Club de París la semana pasada, previamente a la cumbre de Vancouver. También forma parte de esta ofensiva la previsible renegociación de otros vencimientos en el Club de Londres en el futuro próximo, según manifestó el viceprimer ministro ruso Alexándr Shojin, quien situó el paquete Clinton en este contexto global.

En la rueda de prensa final de los dos líderes, Bill Clinton manifestó que la naturaleza del plan de ayuda a Rusia aprobado en Vancouver es diferente de cualquier otro anterior, ya que tres cuartas partes del dinero van a ir dirigidas al sector privado, al margen del aparato central ruso.

Además, las distintas partidas contempladas tienen un destino concreto, dijo Clinton, que prometió discutir en el Congreso un segundo paquete de ayuda "más agresivo" en campos como la ecología, la energía y la construcción de viviendas para los militares que regresan a Rusia.

Bill Clinton prometió además estudiar si procede o no mantener algunas normas legales derivadas de la guerra fría, tales como las regulaciones del COCOM sobre las exportaciones de alta tecnología y la enmienda Jackson and Vannick, que impide aún conceder a la Federación Rusa la cláusula permanente de nación más favorecida.

Estos puntos eran objeciones importantes de Yeltsin, que se mostró tranquilo ante los posibles "reproches" de la oposición, dado que los documentos firmados en Canadá no tienen, según dijo, ni un solo punto al que puedan agarrarse.

El paquete Clinton prevé que 690 millones del conjunto son ayuda a fondo perdido y el resto, créditos diversos. En el capítulo de estos últimos, 700 millones de dólares están destinados a un plan especial denominado alimentos para el progreso, lo que en la práctica supone la posibilidad de que Rusia siga comprando cereales norteamericanos con la financiación de la Administración estadounidense.

El paquete Clinton entra en cuestiones de detalle casi con la misma minuciosidad de los antiguos planes centralizados soviéticos. Entre las muchas y variadas iniciativas que contempla, están por ejemplo la construcción de viviendas para los militares que regresan a Rusia (6 millones de dólares para 450 conjuntos de viviendas); la ayuda a la democratización (25 millones para la creación de un Cuerpo para la Democracia que fomentará los contactos entre rusos y norteamericanos, y 23 millones para programas de reformas jurídicas, implantación de una prensa independiente y colaboración entre universidades); el fomento de la medicina privada y de los pequeños negocios (50 millones de dólares) y la creación de la Fundación Eurasia (4 millones de dólares destinados a la formación de cuadros superiores).

Retirada de tropas

Interpelado sobre el calendario de retirada de tropas del Báltico, Borís Yeltsin vinculó ayer la salida de los contingentes militares ex soviéticos con la observancia de los derechos humanos de las minorías rusas residentes en estas repúblicas.

El presidente dijo que la retirada militar de Lituania se está efectuando según el calendario previsto. En el caso de Estonia y Letonia, el programa se alterará de acuerdo con la actitud de los Gobiernos de estas repúblicas y al margen de la decisión política ya tomada, señaló el presidente ruso. Bill Clinton no hizo ningún comentario sobre la declaración del presidente Yeltsin.

En relación con la ayuda a Rusia de otros países, Clinton in formó a Yeltsin de sus contactos telefónicos la semana pasada con el primer ministro japonés, Kiichi Miyazawa, el anfitrión de la próxima reunión de ministros de Finanzas y Asuntos Exteriores de los países industrializados del Grupo de los Siete (G-7), que se reunirán en Tokio los próximos días 14 y 15 para coordinar un paquete de medidas de ayuda a Rusia.

Miyazawa prometió a Clinton que Japón desempeñará un papel constructivo en la cumbre de Tokio de julio. "En las próximas semanas verán ustedes un esfuerzo muy importante por parte del G-7 y tal vez por parte de otros países también para apoyar un proceso de desarrollo a largo plazo en Rusia", manifestó Clinton.

Después de esta cumbre, que fue calificada de "altamente satisfactoria" por los dos mandatarios, Yeltsin, antes de abandonar Vancouver, anunció que había invitado a Clinton a visitar Moscú en la fecha que mejor convenga al mandatario norteamericano.

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