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Poco tiempo y mucha tarea

Michel Rocard consiguió anoche su objetivo de hacerse cargo de la dirección del Partido Socialista (PS) francés décadas después de su fundación en 1971 por Frangois Mitterrand. Quizá demasiado tarde, quizá para nada. El PS, derrotado aplastantemente los pasados 21 y 28 de marzo, desprestigiado entre el llamado "pueblo de izquierdas", dividido hasta la puñalada trapera entre camaradas dirigentes, parecía anoche eso que los franceses denominan "una cáscara vacía".No obstante, para Rocard se trató de una gran victoria personal después de haber sido humillado durante tantos lustros por la mayoría mitterrandiana del socialismo francés, la que últimamente expresaba Laurent Fabius. Desde anoche, Rocard es el patrón del PS y su principal esperanza de renacimiento.

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Rocard se hace cargo de la dirección del PS francés

Un renacimiento debilitado por la propia situación de Rocard, que el pasado domingo perdió su escaño de Conflans. ¿Cómo un político que no logra la mayoría en su propio feudo puede aspirar a conseguirla a escala nacional? Esa es la pregunta que pesa como una losa sobre el porvenir de este protestante hiperactivo de 63 años, apresurado e ideológicamente adelantado a su tiempo. Tiene poco tiempo y mucha tarea.

Pese a su victoria de anoche, arrancada a dentelladas, Rocard no cuenta ni tan siquiera con el apoyo de todas las facciones del muy debilitado PS. Fabius, su enemigo de ayer, y el veterano Pierre Mauroy, su aliado de los últimos días, se apresuraron a anunciar que no le seguirán en la aventura del big bang. Los partidarios de Jacques Delors son escépticos.

En la militancia de base, Rocard tampoco despierta unanimidad. Su llamamiento en plena campaña electoral a favor del big bang de la izquierda, es decir el anuncio de la muerte inminente del Partido Socialista, fue considerada inoportuna por muchos militantes.Rocard es candidato oficial a la presidencia de la república desde 1969, pero la próxima elección, la de 1995, será su última oportunidad.

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