Día triste en La Granja
Los vecinos del pueblo natal de don Juan recuerdan el carácter campechano de los Borbones
Ayer en La Granja fue un día triste. La muerte de don Juan de Borbón caló hondo en esta población segoviana con 5.000 habitantes, donde conviven monárquicos apasionados del veraneo y gente humilde de la que puebla Castilla.Todos estaban afectados. Desde Teresa Arias-Dávila, condesa de Guijas Albas, que compartió diversos momentos en Estoril con el Conde de Barcelona y recordaba su "estilo de seducir y convencer" o su perfil de líder cuando el día de la puesta de largo de la infanta Pilar decidió subirse a una silla de tijera para dirigir unas palabras a sus invitados y hablar de la situación de España; hasta Mariano Calle, un trabajador de 71) años, uno de los pocos quintos de don Juan que aún viven, quien destaca el carácter campechano de los Borbones y cita como ejemplo el día en que Alfonso XIII se escapó de palacio para comprar churros y dejó un duro de propina cuando éstos habían costado sólo cinco céntimos.
La Monarquía es el denominador común de La Granja, donde se recuerda con especial cariño a la "jovial" infanta Isabel, La Chata, y a don Juan, ¡que pisó poco por su pueblo natal, pero cuando lo hizo, ya en la democracia, fue como un singular reencuentro con los suyos, a los que ya no abandonó y visitó habitualmente.
"Había un acercamiento y una familiaridad con los Borbones. Don Juan paseaba por las calles y saludaba a las gentes y tuvo la deferencia de invitar al pueblo en su 75 cumpleaños. No es momento de comparaciones, pero es inevitable hablar de la distancia que siempre mantuvo Franco, quien también venía a La Granja para celebrar consejos de ministros en palacio o pescar en el Eresma", afirmaba ayer el alcalde de San Ildefonso, el socialista Félix Montes, quien testimoniaba la "sensación de pena" de su pueblo por la muerte del Conde de Barcelona.
Don Juan de Borbón tuvo un emocionado reencuentro con sus paisanos, el 12 de agosto de 1977, en la localidad donde ostentaba el título de hijo predilecto y preclaro, junto a sus hermanos don Jaime y doña Beatriz, por un acuerdo municipal del 10 de junio de 1925.
47 años
Los diversos avatares de la vida política española habían provocado una prolongada ausencia de 47 años sin pisar por las calles que conoció en su infancia pero que en aquel verano de la reciente etapa democrática se llenaron de gente que aplaudió su presencia, estrechó su mano, le mostró recortes de periódico con la crónica de su nacimiento e, incluso, tuvo que callar a un grupo de ultraderechistas que gritaban el nombre del anterior jefe del Estado, Francisco Franco.
'Todéis comprender la emoción que me embarga hoy al volver a esta tierra tan querida, donde nacía hace ya 64 años, pero que no había visitado desde hacia 47, de manera que podéis imaginaros el tiempo transcurrido...", dijo don Juan a los vecinos de su Granja natal sin querer profundizar más en los motivos de su ausencia y como queriendo pasar rápidamente por episodios de la historia.
El Conde de Barcelona nació en el Palacio Real de La Granja, de estilo herreriano e isabelino, el 20 de junio de 1913. Un día antes, según las crónicas de entonces, su madre, la reina doña Victoria Eugenia, había pasado una jornada sin molestias y paseado en automóvil con la reina doña Cristina.
La Reina dio a luz a la 1.30 de la madrugada un robusto niño, mientras que una batería de la guarnición hizo una salva de 22 cañonazos. La presentación del nuevo infante se efectuó con arreglo al ceremonial de costumbre, con la asistencia de todos los personajes palatinos y de la familia real, del presidente del Consejo y del ministro de Gracia y Justicia, además de las autoridades civiles y militares de Segovia.
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