EE UU anuncia que aumentará la presión sobre Serbia para forzarle a apoyar la paz

El presidente norteamericano, Bill Clinton, anunció ayer que Estados Unidos, en coordinación con las Naciones Unidas, está decidido a incrementar la presión sobre Serbia, sin descartar ningún medio, y advirtió que, después de la firma del acuerdo de paz por parte del Gobierno hosnio, "la impaciencia internacional con los serbios va a aumentar rápidamente". En una conferencia de prensa conjunta con el canciller alemán, Helmut Kohl, Clinton dijo que todavía tenía esperanzas de que los serbios bosnios firmasen el plan de paz de Cyrus Vance y David Owen en los próximos días.

Pero que, si no era así, la comunidad internacional decidiría nuevas formas de presión sobre Serbia. "Vamos a hacer todo lo que podamos para mantener la presión, primero diplomáticamente, para asegurar que los serbios firman el acuerdo", declaró el presidente, quien añadió que no quería confirmar ni descartar ningún calendario o acción específica.Como una de las alternativas, Bill Clinton mencionó que, si hay retraso en la firma por parte de los serbios, "se fortalecerá el embargo contra Serbia". También señaló que esperaba que las Naciones Unidas tomaran en los próximos días una decisión sobre la protección de la zona de exclusión aérea sobre Bosnia, "así como sobre otras medidas, incluido el embargo de armas".

El portavoz de la Casa Blanca, George Stephanopoulos, mencionó el jueves la posibilidad de que Estados Unidos levante el embargo de armas al Gobierno bosnio para que pueda defenderse mejor de los ataques serbios. Clinton recordó ayer, no obstante, que es una decisión que no corresponde exclusivamente a Estados Unidos. El presidente norteamericano quiso, sin embargo, dejar abierta la puerta a la posibilidad de que los serbios bosnios firmen el acuerdo de paz antes de que toda esa cascada de medidas de presión entre en vigor.

Clinton explicó que, "por primera vez, existe una virtualmente unánime opinión de todos los Gobiernos de que los serbios estarán en el camino equivocado si no firman el acuerdo". "Pero todavía tenemos una oportunidad de conseguir esa firma", añadió. "Tenemos que darles unos días", antes de decidir si los serbios optan por mantenerse frente a la comunidad internacional.

El presidente norteamericano dio ayer la impresión de estar actuando, por primera vez, con control sobre la situación en Bosnia. Después de la firma por parte del Gobierno musulmán bosnio del acuerdo propuesto por los mediadores internaciones Cyurs Vance y David Owen, -conseguido en gran parte gracias a la presión norteamericana-, Clinton parece con autoridad suficiente para decidir el desarrollo de los acontecimientos. Es decir, cuándo aplicar nuevas sanciones y qué sanciones ejecutar. El aspecto más delicado de esta situación para Washington es cómo aplicar esa política sin perjudicar a Rusia, aliado tradicional de Serbia y prioridad número uno de la política exterior norteamericana.

Durante su entrevista con Helmut Kohl, Bill Clinton recibió ayer brevemente al presidente bosnio, Alia Izetbegovic, para agradecerle su decisión de firmar el plan que divide el territorio de Bosnia en 10 provincias semiautónomas (tres de mayoría serbia, tres de mayoría musulmana, tres de mayoría croata y una mixta).

Izetbegovic, que llegó ayer por sorpresa a Washington después de 10 días de negociaciones en Nueva York, se reunió también con el vicepresidente Al Gore, con quien estudió futuras acciones a tomar por la Administración norteamericana en Bosnia, aunque no se revelaron detalles.