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"La idea de Estados étnicos puede causar una guerra de 100 años"

El presidente de la República ex yugoslava de Macedonia, Kiro Gligorov, quiere una solución al conflicto planteado con Grecia. Tiene prisa, pues teme las apetencias de Serbia. "Son la falta de reconocimiento internacional y el limbo en el que éste sitúa a Macedonia los que inspiran el expansionismo serbio, que cuenta con una respuesta positiva y el aliento de Grecia. El reconocimiento internacional acabará con esto, solucionará un problema forzado y ayudará a impedir la extensión de la guerra".

ENVIADO ESPECIALEn conversación con EL PAÍS en su despacho presidencial en Skopje, Gligorov anuncia que aceptará el compromiso de resolución presentado por España, el Reino Unido y Francia, siempre que la fórmula denominadora de "República ex yugoslava de Macedonia" sea transitoria y para uso interno en las Naciones Unidas, y vaya unida a un compromiso de medidas de confianza entre Grecia y Macedonia. "Nosotros tenemos un nombre oficial constitucional -República de Macedonia-, y éste es el utilizado en todos los documentos oficiales. Yo no podría firmar documentos que no lleven el nombre constitucional. Para cambiarlo tendríamos que cambiar la Constitución. Nadie nos puede exigir eso. Queremos un compromiso en el que no haya ni vencedores ni vencidos. Acepta mos la realidad política y una so lución siempre que no ponga en duda la identidad y la dignidad de nuestro pueblo". El presiden te macedonio dijo esperar una respuesta definitiva de la ONU esta semana o la próxima.

Gligorov hizo un llamamiento a Grecia para que abandone "una postura emocional que es irracional e impide dedicamos a los problemas auténticos de nuestros pueblos. Tenemos que vivir juntos, tenemos mucho en común, como la fe y las tradiciones, así como intereses económicos y en muchos otros campos".

Recuerda el presidente que "Macedonia ha sido un factor de estabilidad y pacificación en los Balcanes" y "ha impedido que la guerra se extendiera hasta la frontera griega".

Gligorov mostró dudas de que un reconocimiento internacional ponga fin al bloqueo que Grecia ha impuesto a todo documento oficial emitido en Skopje que lleve el nombre de República de Macedonia y paralizado así el tráfico de correo y de personas. "El embargo de petróleo que nos fue impuesto por Grecia, y que nos causó mucho daño, concluyó tras nuestra protesta ante la CE". El petróleo llega ahora sin impedimento desde el puerto griego de Salónica hasta

Macedonia.

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Si, después de un acuerdo en Nueva York, Grecia sigue sin aceptar los documentos oficiales de Macedonia, esto sería un problema para Macedonia, pero, según Gligorov, también un problema de credibilidad para la CE. Según el presidente macedonio, la Comunidad tiene ahora, con la iniciativa hispano-británico-francesa, la oportunidad de compensar así su incapacidad para solucionar el problema del reconocimiento internacional cuando éste surgió. Aquello obligó a acudir a este procedimiento, que "supone una desviación sin precedentes de los trámites de admisión de un país que cumple todos los requisitos".

Gligorov advirtió que todo retraso en el reconocimiento no sólo agrava la amenaza sobre las fronteras exteriores, sino que refuerza además a los nacionalistas y extremistas en el interior, que dicen que Europa no acepta a Macedonia, y acabarán haciendo lo que están haciendo en el norte", declaró, en clara referencia a Bosnia. No obstante, manifestó que Serbia tendría muy dificil encontrar un pretexto para intervenir en Macedonia. "Sería una agresión clásica. Y no creo que en este momento estén en posición de hacerlo". Respecto a Grecia señaló: "No puedo imaginar que la CE y la OTAN apoyaran o toleraran una acción de este tipo".

El presidente macedonio acusó a Grecia de apoyar abiertamente a Belgrado: "Ignora el hecho de que Serbia está bajo sanciones de la ONU y expresa continuamente su deseo de cooperación y amistad, que están en contra de su deber como miembro de la CE y de la ONU. Eso es un problema de la CE y la ONU".

"Hay tres problemas que amenazan con extender la guerra en los Balcanes, que son la continuación de la guerra en Bosnia, la falta de reconocimiento de Macedonia y el conflicto de Kosovo. Hay que solucionarlos uno a uno. El reconocimiento de Macedonia es el más fácil y menos costoso de realizar".

Gligorov puso de relieve sus buenas relaciones con los otros dos vecinos. "Tenemos buenas relaciones con Albania y Bulgaria". Los albaneses de Macedonia ya no demandan una autonomía, según Gligorov, y el diálogo interétnico va por buen camino.

"Esto no supone que no haya problemas, pero sí que hemos acordado solucionarlos por la vía pacífica del diálogo. La idea de los Estados étnicos puede hundir a los Balcanes en una guerra de cien años, y una vez más serán unos y otros los que realizarán la limpieza étnica. Bosnia nos demuestra que nada se soluciona así. Nosotros no sólo no queremos a todos los macedonios en nuestro Estado, sino que sabemos que nuestro Estado sólo es viable en sus actuales fronteras. Somos un factor de paz y estabilidad en la región, ahora que tanto hace falta, y nuestro reconocimiento será una aportación a esta paz y estabilidad".

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