_
_
_
_
_

Solana afirma que Gibraltar es un obstáculo para la construcción europea

El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, afirmó ayer que el "anacronismo" de la situación de Gibraltar "es un obstáculo para el desarrollo de la relación bilateral entre España y el Reino Unido y lo está también siendo cada vez más para el de la construcción europea". Prueba de ello es, según el ministro, la paralización del convenio de fronteras exteriores de la CE por el temor español de que su aplicación al Peñón mejore su situación jurídica.

Solana compareció ayer ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para dar cuenta, entre otras cosas, de sus últimas conversaciones, el 1 de marzo en Madrid, sobre la colonia británica con el secretario del Foreigh Office, Douglas Hurd. Se mostró "relativamente satisfecho" porque suponían una "reactivación del proceso negociador" iniciado en Bruselas en 1984.Criticó, no obstante, el ministro al Gobierno de Londres, que "se equivoca al no hacer uso de sus prerrogativas" para obligar a los gibraltareños a poner en marcha el acuerdo, sobre la utilización conjunta del aeropuerto del Peñón.

"No creo que estemos en la buena dirección", contestó Javier Rupérez en nombre del Grupo Popular antes de pedir firmeza al Ejecutivo. El programa electoral del PP sugiere, entre otras medidas, que sólo sea autorizado el cruce a pie, y no en automóvil, de la verja que separa a la colonia de La Línea. Se restringiría así drásticamente el turismo y la actividad comercial en Gibraltar.

Aunque se mostró partidario de combinar la "política de presión y de persuasión" hacia los gibraltareños, Solana descartó cualquier "restricción del tráfico".

Miguel Ángel Cortés, también en nombre de los populares, arremetió, por su parte, contra la visita en febrero a China del presidente Felipe González. "España", aseguró, 11 es el país (europeo) que menos presiona" a Pekín para intentar hacerle respetar los derechos humanos.

"Hemos sido el país más eficaz en la defensa de los elementos que a su señoría le preocupan", replicó Solana. Para demostrar su eficacia, el ministro apuntó parcialmente a la visita presidencial "la liberación de dos célebres disidentes chinos" (Wan Dan y Guo Haifeng) cuatro días después de que la delegación española regresase a Madrid.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"Sería irreal una política de aislamiento de Pekín", prosiguió el jefe de la diplomacia española, y ello por numerosas razones, entre las que resaltó que China es ya la tercera o cuarta potencia económica mundial.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_