¿Quién se llevó el dinero del terremoto?
El nuevo escándalo de Nápoles no ha hecho olvidar, sin embargo, los muchos casos de corrupción que siguen abiertos en las regiones del sur de Italia. Como, por ejemplo, la mala utilización, y la desaparición de parte del dinero, de los 50 billones de liras (cerca de 4 billones de pesetas), que fue llegando desde Roma para reconstruir la zona dañada por el terremoto de 1980. Doce años después, la polémica sigue viva y el nuevo ministro del Presupuesto, Beniamo Andreatta, decidió hace días congelar nuevas ayudas presupuestadas (más de 4 billones de liras), hasta que se aclare la situación.Colaboradores cercanos a Andreatta explicaban a este periódico que las investigaciones llevadas a cabo indican que muchos de los municipios afectados por la catástrofe de 1980 utilizaron los fondos destinados a construir viviendas para otro tipo de actuaciones, como centros culturales o polideportivos. Mientras tanto, todavía hay familias viviendo en barracones.
La semana pasada, el ministro del Presupuesto dejó muy claro ante el Senado que no se puede seguir enviando dinero, aunque el problema de las viviendas siga sin resolverse, mientras no se aclare la situación. Una comisión creada por el actual presidente de la República, Scalfaro, trabajó durante cerca de dos años para intentar sacar conclusiones. Pero el Parlamento sigue sin saber adónde fue a parar buena parte de ese dinero. Se da además la circunstancia de que el anterior ministro de Presupuestos, Cirino Pomicino (de la DC, como Andreatta), es uno de los miembros del Gobierno que ha tenido que presentar su dimisión por el escándalo de Tangentópolis y ha recibido la acusación directa del arrepentido Alfredo Vito, por haber participado en las comisiones entregadas en Nápoles para financiar a la Democracia Cristiana.
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