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78.909 personas con orden de captura andan sueltas

Berta, el ordenador central de la policía, tiene actualmente registradas a 78.909 personas sobre las que pesa una orden de busca y captura decretada por la autoridad judicial. El servicio de informática del Ministerio del Interior no ha podido precisar los motivos de tales reclamaciones, pero alrededor de 1.500 de estos individuos lo están por haberse evadido de prisión, la mayoría de ellos aprovechando permisos penitenciarios.

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, reveló en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados que "alrededor de 70.000 personas están en busca y captura". Una de ellas es Antonio Anglés, uno de los presuntos asesinos de las tres niñas de Alcàsser, sobre el que gravita una orden de detención automática desde que en marzo del año pasado decidió no volver a la cárcel Modelo de Valencia, aprovechando un permiso de seis días.La inmensa mayoría de los 78.909 reclamados lo son en virtud de una orden de busca y captura emitida por distintos jueces, que los consideran implicados en diversos delitos. Pero también hay gente sobre la que los jueces tienen interesada su localización simplemente para poder conocer su domicilio y tomarles declaración en calidad de testigos de un hecho criminal. Además, los jueces también acuden a la policía o a la Guardia Civil para que lleven "a su presencia" a otros ciudadanos para poder comunicarles algún tipo de resolución.

"La localización de quienes se encuentran reclamados por la autoridad judicial es misión de toda la policía, la Guardia Civil o la Policía Municipal. No hay ninguna unidad específicamente dedicada a esta labor", señalan fuentes de Interior. Por lo general, son los patrulleros de las brigadas de Seguridad Ciudadana y los grupos de Policía Judicial de las comisarías quienes detienen a un mayor número de individuos contra los que hay dictado un requerimiento.

Los agentes del 091 (número de la central telefónica de Seguridad Ciudadana) están en la calle las 24 horas del día y una de sus misiones es identificar a cualquier transeúnte que despierte sus sospechas. Así caen muchos de los individuos reclamados por la justicia.

Rojos y negros

A través del equipo de radio, el patrullero facilita la identidad del sospechoso y el policía que está en la emisora central tardará apenas un minuto en informarle si sobre esa persona recae una orden de busca y captura judicial. Si el operador de la emisora le comunica que "el filiado es clave negro", el agente que le tiene retenido le coloca inmediatamente las esposas.También puede ocurrir que el sospechoso sea solamente "clave rojo". En ese caso, el agente que ha efectuado la identificación de ese ciudadano sabe que no- hay orden de detenerle, sino que los jueces únicamente quieren conocer su domicilio. En tal supuesto, el policía solicita este dato al interesado y a continuación se lo comunica al juzgado que lo solicita.

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Si el magistrado sólo tiene solicitada la localización de alguien para que se presente en el juzgado, los policías "invitan a esa persona a ir a comisaría para aclarar el asunto", ya que no le pueden detener.

Un día cualquiera, la policía arresta en Madrid entre 150 y 200 personas por diversos delitos. "Es habitual que alrededor del 10% o el 15% de esos individuos estén reclamados", declara un comisario. "Otra forma de localizar a quienes están en busca y captura es a través de las fichas de clientes que los hoteles y pensiones están obligados a facilitar a diario en las comisarías", añade.

Entre las 78.909 órdenes de búsqueda y captura hay las que afectan a unos 1.500 evadidos de las cárceles. La inmensa mayoría lo hicieron aprovechando permisos temporales, ya que "cada vez son más escasas las fugas por la fuerza", según la Secretaría General de Asuntos Penitenciarios. Durante 1992, 527 presos decidieron prolongar las vacaciones fuera del penal por su cuenta y riesgo.

A raíz del asesinato de las tres niñas de Alcàsser, José Luis Corcuera ha repetido obsesivamente que "son los jueces" quienes dan los permisos penitenciarios, rechazando así que su ministerio tenga responsabilidad en que haya tantos presos fugados.

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