Japón prepara medidas de estímulo por un valor de 12 billones de pesetas

El primer ministro japonés, Kiichi Miyazawa, anunció ayer que el Gobierno prepara un paquete de medidas adicionales para estimular la debilitada economía nipona. Aunque el ministro no especificó el importe de] plan, fuentes oficiales aseguraron que se realizarán inversiones públicas por valor de 12 billones de yenes (unos 12 billones de pesetas). El Gobierno quiere también fortalecer el yen para abaratar las importaciones de productos energéticos y, al mismo tiempo, reducir el enorme excedente comercial que tiene Japón con Estados Unidos y la Comunidad Europea. El nuevo plan se añade a otro similar aprobado el verano de 1992.

El Gobierno japonés anunció este segundo paquete de medidas urgentes para estimular la economía semanas antes de que Kiichi Miyazawa se entreviste con Bill Clinton en Washington. La decisión refleja la creciente presión doméstica e internacional que soportaba Japón para que adoptase un plan de estas características.La economía nipona creció tan sólo un 1,5% en 1992 y la mayoría de las empresas esperan peores resultados para este año. Al mismo tiempo, Estados Unidos y la Comunidad Europea están presionando a Japón para que estimule la demanda de importaciones y reducir así el superávit comercial, que creció un 3,7% el año pasado y se sitúa ya en los 10.550 millones de dólares, según los datos oficiales.

El plan del Gobierno nipón tiene tres patas fundamentales: una inversión pública en infraestructuras, posibles recortes en los impuestos y un yen más fuerte.

La inversión pública que efectuará el Gobierno nipón (12 billones de yenes) se añade a los 10 billones de yenes aprobados el pasado mes de agosto. El dinero se destinará a la construcción de hospitales, escuelas, universidades y proyectos de informática e investigación. También se mejorarán las infraestructuras de las telecomunicaciones.

El capítulo de los impuestos es el más espinoso y el que más polémica puede levantar el próximo 9 de abril cuando el Gobierno presente el borrador de las nuevas medidas. Ya ha quedado descartado un posible recorte del impuesto sobre la renta, que demandaban los pequeños negocios. En su lugar, se está considerando efectuar recortes en el impuesto que grava las inversiones en vivienda y en pequeñas empresas.

Plan para fortalecer el yen

Finalmente, la política de fortalecimiento del yen pretende abaratar las importaciones de materias primas y petróleo, reduciendo así los precios. Los exportadores serán, sin embargo, los más perjudicados por esta medida, ya que perderán competitividad en el exterior al encarecerse sus productos.

Este aumento de las importaciones y disminución de las exportaciones ayudará a corregir los desequilibrios comerciales de Japón con el exterior, que tantos recelos han despertado en los últimos años.

Los expertos opinan, además, que la fortaleza del yen servirá para que las empresas japonesas se ajusten todavía más y aumenten su productividad.

Pero hay opiniones encontradas. El gobernador del Banco de Japón, Yasushi, afirmó que un yen más fuerte no reducirá mucho el excedente comercial, que atribuyó a la estructura nipona de ahorro e inversión, dificil de cambiar a medio plazo.

"Si la apreciación del yen es paulatina, los efectos serán beneficiosos para Japón", comentó a Efe un experto del Banco Santander en Tokio. Añadió que las empresas exportadoras superarán con nuevas estrategias la momentánea pérdida de competitividad y que "ya tienen asumida la tendencia alcista de la divisa japonesa".

Un portavoz del gigante exportador de productos electrónicos Sony comentó que "los pagos de exportación a medio plazo están 100% protegidos por los contratos de cambio de divisas a corto y medio plazo".