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EE UU aplaza las sanciones comerciales a empresas europeas de energía, transporte y telecomunicación

Estados Unidos ha decidido posponer al menos una semana la imposición de sanciones comerciales a Europa, cuya entrada en vigor estaba prevista el lunes. El anuncio se produjo ayer en Washington tras una reunión entre el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y el representante comercial norteamericano, Mickey Kantor. La sanción consiste en impedir a las empresas europeas el acceso al mercado de obras públicas relacionadas con las telecomunicaciones, la energía y los transportes. Este aplazamiento se produce horas después de que la amenaza de una guerra comercial entre Estados Unidos y Europa subiera de tono tras la reunión de Delors con el presidente norteamericano, Bill Clinton.

"Delors ha asegurado que la CE abordará constructivamente las preocupaciones de Estados Unidos", manifestaba el anuncio conjunto emitido por la oficina de Kantor y la Comunidad Europea. La decisión norteamericana de ayer aplaza cualquier medida hasta después de la reunión de Bruselas entre el comisario europeo, Leon Brittan, y el representante norteamericano los próximos días 29 y 30 de marzo.Kantor cedió finalmente ayer después de haberse destacado como una de las autoridades norteamericanas que más agresivamente han defendido la imposición de las sanciones para prohibir el acceso de las compañías europeas a los concursos públicos norteamericanos para obras de telecomunicaciones, energía, agua y transporte. Estados Unidos amenaza con cerrar este mercado, de 50.000 millones de dólares anuales, como respuesta a la nueva regulación europea para contratos públicos, que los norteamericanos consideran proteccionista.

"Estados Unidos no tomará ninguna acción respecto al capítulo 7 del Acta de Comercio de 1988 hasta que discuta las propuestas con Leon Brittan en Bruselas", añadía el comunicado conjunto. Esta decisión de posponer las sanciones retrasa la entrada en vigor de lo que podía haber sido el pistoletazo de salida de una guerra comercial entre ambos bloques comerciales. El anuncio de la relajación de la tensión que viven en los últimos meses Washington y Bruselas se produce por sorpresa.

El jueves, las expectativas apuntaban a que la visita de dos días de Delors se iba a cerrar sin resultados positivos. Ambas partes se mostraban públicamente disconformes con sus contrarios. Delors había llegado lejos al expresar su preocupación cuando advirtió al término de su reunión con Clinton que si las medidas entraban en vigor el lunes, podrían ser utilizadas como una excusa por los defensores del proteccionismo europeo para iniciar un nuevo contraataque comercial. "He llamado la atención de Clinton sobre las nefastas consecuencias que puede tener que las sanciones entren en vigor el lunes", dijo.

Contactos Delors-Clinton

Durante las últimas semanas, la Administración norteamericana ha mantenido posturas contrapuestas sobre su enfrentamiento económico con Europa. El propio presidente Clinton se comprometía un día a fomentar el comercio internacional, y al día siguiente criticaba duramente las subvenciones públicas a empresas europeas, como la aeronáutica Airbus. Finalmente, se ha confirmado la última declaración de Clinton. El jueves, antes de concluir su reunión con Delors, el presidente dijo: "No quiero una guerra comercial con Europa, y no creo que la haya". Horas después de que Clinton hiciera prevalecer su optimismo sobre las oscuras perspectivas de Delors, Kantor se reunía con el representante europeo para detallar el aplazamiento.

Según el comunicado conjunto, Europa "ha expresado su deseo de encontrar una solución mutuamente satisfactoria" y se compromete a mostrar más flexibilidad ante la postura norteamericana. La reunión de Bruselas de la pasada semana para discutir las sanciones se suspendió después de que los representantes norteamericanos acusaran a sus homólogos europeos de negarse a ceder. Mickey Kantor había declarado que no valía la pena que su equipo viajara a Europa, ya que no se podía esperar un acuerdo debido a la falta de flexibilidad de los negociadores comunitarios.

La postergación de la entrada en vigor de las sanciones norteamericanas ofrece un nuevo plazo para que Washington y Bruselas intenten evitar un enfrentamiento comercial que perjudica a ambos.

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