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Recesión a la vista y caos fiscal

El análisis de los indicadores fundamentales de la economía italiana muestra el deterioro a todos los niveles. La mayoría de los organismos de predicción apuesta por un crecimiento negativo del PIB en 1993, que aumentaría en casi un punto porcentual el nivel de desempleo. El parón sufrido por las obras públicas tras el escándalo de las comisiones y la corrupción generalizada podría poner a cerca de 200.000 trabajadores en el paro en los próximos meses.La productividad va también en descenso, mientras que la inflación parece haber entrado en una fase de mayor moderación, sobre todo tras al acuerdo del pasado julio entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos. Ese pacto social eliminó la llamada escala móvil, por la que se revisaban semestralmente los salarios en virtud de las desviaciones de los precios, y emprendió un nuevo camino de moderación salarial que podrá dar sus frutos este año.

El sector exterior se encuentra en una mala situación, a pesar de la mejora de competitividad de los productos italianos por la devaluación de la lira. La recesión internacional está impidiendo a las empresas italianas exportar todo lo que debiera y sitúa el déficit corriente en cifras escalofriantes, que impiden además al banco central recuperar las reservas de divisas perdidas durante la tormenta monetaria.

Tampoco el sector público arroja resultados positivos. Los esfuerzos realizados por el actual Gobierno para equilibrar el presupuesto no parecen suficientes, según los expertos consultados, para obtener resultados. Con la ley Delega, Giuliano Amato abrió la posibilidad de realizar un duro ajuste financiero con recortes del gasto público que afectarían a pensiones, empleo público, sanidad y Finanzas territoriales, y en aumentos de ingresos. Sin embargo, el déficit sigue creciendo por el servicio de la deuda. La última idea que se baraja es la de aprovechar las privatizaciones para canjear bonos por acciones de las nuevas empresas, ofreciendo además beneficios fiscales para los que acudan al cambio.

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