Restauradas las marquesinas de otros tres cines de los hermanos Reyzábal en peor estado que la del Bilbao
La catástrofe del cine Bilbao no ocurrió por casualidad. En Madrid hay cientos de marquesinas en todo tipo de establicimientos y muchas están en mal estado de conservación. La Gerencia Municipal de Urbanismo ha actuado con carácter de urgencia y ha ordenado la reparación en 24 horas, previo requerimiento de los propietarios, de cuatro voladizos. Tres de ellos pertenecen a salas cinematográficas de los hermanos Florentino y Julián Reyzábal que, según los responsables municipales, están peor que la del Bilbao. La corrosión más alarmante se comprobó en el Palacio de la Prensa.
La tragedia ocurrida el pasado 27 de enero en la calle de Fuencarral, al desplomarse la marquesina publicitaria del cine Bilbao y causar la muerte de seis personas y heridas a otras 18, ha agudizado la política preventiva municipal y el temor de los responsables de las múltiples marquesinas repartidas por la ciudad.La dirección del grupo PRISA remitió en ese momento, tras el derrumbe del voladizo del Bilbao, una carta al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, en la que expresaba su interés porque se reparase la marquesina de los grandes almacenes Sepu, situados en el bajo de un edificio de la Gran Vía propiedad de PRISA. En un escrito similar se comunicaba también esta necesidad al gerente de los almacenes, Florencio Delgado Mular.
Intervención inmediata
El alcalde reclamó la intervención inmediata del departamento municipal de Protección a la Edificación. Este negociado estudiaba en ese momento los requerimientos en este mismo sentido de los hermanos Florentino y Julián Reyzábal, propietarios del cine Bilbao y de una cadena de 11 salas en Madrid. Tres de estas salas (Palacio de la Prensa y Callao, en la plaza de Callao, y Vergara, en la calle de Goya) disponían de elementos externos a la fachada en mal estado.Fernando Macías, jefe del departamento de Protección a la Edificación, aseguró incluso que las tres marquesinas de estas salas estaban peor que la del cine Bilbao, "aunque no soportaban un andamio encima". Macías, que ha sido nombrado perito judicial por el juez que instruye el caso Bilbao, destacó que el voladizo del Palacio de la Prensa sufría "una corrosión de poner los pelos de punta". Los tirantes que lo sujetaban estaban ya al descubierto.
Los técnicos de Protección a la Edificación observaron una degradación tan notable en estos soportes que el gerente de Urbanismo, Pedro Areitio, ordenó en la misma tarde del pasado martes la actuación, en 24 horas, sobre estas plataformas.
La inspección sirvió para levantar las capas asfálticas que recubren la superficie de estos voladizos y comprobar que casi todas las vigas metálicas de estas estructuras presentaban un fuerte ataque de corrosión por el efecto del agua. En algunas de estas marquesinas se apreciaban perfectamente los agujeros formados, en anteriores visitas, por pisadas de personal de estas empresas. Los responsables de los locales afectados reaccionaron de inmediato.
La dirección de los almacenes Sepu contrató esa misma tarde a una empresa de andamiaje. Los hermanos Reyzábal ya habían iniciado con anterioridad tareas de reparación en el Palacio de la Prensa, pero fueron paralizadas por la Junta de Distrito de Centro, que detenta las competencias en esta materia. Protección a la Edificación ha concedido ahora, por la vía de apremio, el visto bueno para estos trabajos.
Estos cuatro casos, sin embargo, no son los únicos sobre los que ya se ha actuado, aunque sí los primeros que han reclamado una intervención directa de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo. Las juntas de distrito recibieron, nada más ocurrir el suceso del cine Bilbao, la orden de revisar las instalaciones de este tipo existentes en sus barrios.
Las juntas han ordenado hasta ahora el desmontaje de una marquesina de un cine en la calle de Bravo Murillo y de una tienda de electrodomésticos en el comienzo de la carretera de Valencia.
El Ayuntamiento, además, se preocupa ahora porque todas las obras que se efectúen en la ciudad sobre marquesinas con andamios dispongan de una licencia firmada por un arquitecto. Esto no sucedió en el cine Bilbao, pero sí se ha exigido a los dueños de la óptica Ecotep, situada en la esquina de las calles de Eloy Gonzalo y Santísima Trinidad.
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