El Congreso no tendrá la fiscalización del balance de la Expo hasta el próximo año,

El Congreso de los Diputados no dispondrá de la fiscalización de la contabilidad de la Exposición Universal de Sevilla que debe realizar el Tribunal de Cuentas antes de que transcurra un año, a partir de la fecha en la que el tribunal inicie formalmente la inspección de la contabilidad. El tribunal decidirá el próximo día 25 la metodología y el alcance de la fiscalización y designará al equipo responsable de realizar esa tarea, según fuentes del organismo.

El volumen de la documentación hace prácticamente imposible que la inspección pueda quedar termianda antes de 12 meses, por lo que el Congreso no podrá debatir las conclusiones, previsiblemente, antes del verano de 1994.El Tribunal de Cuentas, por otra parte, decidió ayer suspender, hasta una fecha no concretada, pero que probablemente quedará fijada hoy, el debate sobre las quejas del Partido Popular en relación con la fiscalización de sus cuentas de 1989. La iniciativa de convocar una nueva reunión para continuar la discusión de ayer fue interpretada por algunos consejeros como un gesto que puede ayudar a pacificar las tensas relaciones entre los representantes del PSOE y del PP en el tribunal.

El debate de ayer se desarrolló, según un testigo, en un "clima de corrección", novedoso tras un periodo en que los consejeros elegidos a propuesta del Partido Popular han criticado tenazmente la fiscalización de las cuentas del PSOE de 1988 y 1989, y la realizada sobre la contabilidad del PP; en el primer caso, por considerar que hubo dejaciones en la investigación, y en el segundo, por percibir una presunta animadversión hacia el PP.

El Partido Popular envió el pasado día 15 de febrero una carta al presidente del Tribunal de Cuentas, Adolfo Carretero, en la que pidió la sustitución del jefe del equipo que está auditando la contabilidad del PP de 1989.

Centros logísticos

Según la versión del Partido Popular, el funcionario ironizó, en cierta ocasión, acerca de que "el que enreda las cosas algo tiene que ocultar" cuando representantes del PP le explicaron que ese partido tenía varias cuentas corrientes "de precampaña o centros logísticos, y cuentas de campaña" en relación con las elecciones gallegas de 1989. (En esas elecciones se presentó Manuel Fraga como candidato a presidente de la Xunta, y resultó elegido por mayoría absoluta).

Este y otros comentarios fueron interpretados por el PP como "descalificaciones gratuitas y juicios de intenciones", que merecían en su opinión la destitución del jefe del equipo auditor del Tribunal de Cuentas.

Un mes antes el PP había sido recriminado desde ese tribunal por someter a una dilación innecesaria la fiscalización de sus cuentas, y por una falta de colaboración con la labor inspectora del tribunal.

Esta protesta del PP fue discutida ayer por los miembros del tribunal, sin llegar a ninguna votación ni acuerdo. Los consejeros no adoptaron ninguna decisión respecto a la solicitada sustitución del funcionario jefe del equipo de auditoría.