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Eligio Hernandez ordena a los fiscales que preserven los derechos de los menores, implicados en delitos

El fiscal general del Estado, El¡gio Hernández, ha ordenado a todos los fiscales-jefe de los máximos organismos judiciales que realicen "una labor previsora y anticipada" con el fin de preservar el derecho a la intimidad de los menores que sean víctimas, testigos o inculpados en, hechos delictivos.Hernández apunta que, en casos en los que se prevea que un menor puede adquirir protagonismo, los fiscales deben valorar la conveniencia de dirigirse tanto a sus representantes legales como a los medios de comunicación para advertirles sobre las consecuencias jurídicas que pueden llegar a producirse si se lleva a cabo una intromisión en su intimidad.

La reciente aparición en un programa televisivo de la niña de cinco años presuntamente raptada por el duque de Feria ha provocado esta respuesta del fiscal general a la divulgación repetitiva y a veces morbosa" de la tragedia vivida por los menores, Sobre todo en los casos cuyos familiares, "deslumbrados por atravesar el umbral del anonimato, no se percatan de la existencia de la agresión a sus derechos fundamentales o buscan "el tan fácil como inesperado rendimiento económico".

Derecho a la información

La instrucción destaca que el derecho a la información sólo prevalece sobre los derechos fundamentales de los afectados "en la medida en que su sacrificio resulte necesario para asegurar una información libre en una sociedad democrática". No obstante, el fiscal general recuerda que la intromisión en el derecho al honor, a la intimidad y la propia imagen deja de ser ilegítima cuando el afectado haya otorgado su consentimiento expreso.

Con los menores, este consentimiento sólo puede darse "si sus condiciones de madurez lo permiten" o después de que sus representantes legales obtengan el permiso del ministerio público o del juez si el fiscal se opone.

La instrucción califica de "preferente preocupación de la Fiscalía General" impedir que "el impacto psicoemocional que pueda sufrir un menor" al comparecer ante los medios de comunicación esté motivado por "la momentánea, artificiosa y efímera atracción hacia una popularidad asentada exclusivamente en el insano fisgoneo que generan algunos sucesos delictivos". Por ello, la fiscalía no puede permanecer "impasible", según el texto, "ante posibles maquinaciones familiares".

Concluye Hernández que "un continuo y pertinaz" incumplimiento de las obligaciones de la patria potestad, en el que se incluye "la exposición pública del menor para el relato de su propia tragedia" puede provocar el desamparo del pequeño y, por tanto, la retirada de la tutela.

"La perplejidad social que produce la impune utilización del infortunio infantil exige una decidida respuesta de los señores fiscales", termina la instrucción.

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