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Yeltsin pide ayuda urgente a Occidente para salvar la democracia antes de que sea demasiado tarde"

Pilar Bonet

El presidente ruso, Borís Yeltsin, que trata de conseguir el respaldo de Occidente en la lucha interna que mantiene con el Congreso de los Diputados Populares, advirtió ayerdel peligro de "restauración comunista" al presidente francés, François Mitterrand, de visita oficial en Moscú. Francia es partidaria de convocar una reunión extraordinaria del Grupo de los Siete en abril. "El revanchismo es posible si la democracia y la reforma no reciben ayuda" dijo Yeltsin, quien aseguró que esperar hasta la cumbre ordinaria del G-7, prevista en julio, puede ser Memasiado tarde".

"Rusia no sólo necesita ayuda, la necesita urgentemente", dijo ayer el presidente de Rusia, Boris Yeltsin, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, François Mitterrand, celebrada en Moscú. En un tono dramático, Yeltsin se dirigió al Grupo de los Siete (G-7), compuesto por los países más industrializados del mundo (EE UU, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña), para demandarles su ayuda urgente.Mitterrand, que se pronunció claramente a favor del proceso de democratización y reforma económica en Rusia, ha propuesto la celebración de una cumbre extraordinaria del G-7 en abril, aprovechando la reunión de Clinton y Yeltsin en Vancouver (Canadá), para estudiar monográficamente la ayuda financiera a Rusia.

La ayuda a Moscú va a ser tratada en la cumbre ordinaria de jefes de Estado y de Gobierno del G-7 en Tokio, prevista en julio, pero Yeltsin dijo que esa fecha "puede ser demasiado tarde". Estados Unidos, a través de un portavoz de la Casa Blanca, aseguró ayer que una cumbre de ministros de Finanzas es posible en abril, pero una de jefes de Estado resulta mucho más complicada.

El Grupo de los Siete ya se comprometió el año pasado a otorgar a Rusia y otras ex repúblicas soviéticas 24.000 millones de dólares, pero la entrega se encuentra bloqueada en espera de que se solucione el contencioso del pago de los 80.000 millones de deuda de la antigua Unión Soviética.

El presidente ruso, por otra parte, informó que planea reemplazar a "tres, cuatro o cinco" ministros en el Gobierno. Yeltsin dijo que estos cambios estaban planeados con anterioridad al Congreso de los Diputados de Rusia, pero algunos analistas opinaban que la eventual remodelación del Gabinete tiene por objeto incrementar su base social e introducir políticos de la Unión Cívica en él. "El olor del poder altera la sangre de la oposición" era ayer el titular que empleaba el periódico Nezavisimaia Gazeta para comentar los últimos acontecimientos de la política interna rusa.

[El servicio de prensa presidencial anunció anoche la inclusión en el gabinete de Yeltsin del jefe del Banco Central, Viktor Gerashcheriko, así como de los jefes de los Fondos Federales de la Propiedad y de Pensiones y del director del Comité Estatal de Estadística, informa Reuter).

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Visita muy oportuna

El presidente ruso no dio a conocer sus intenciones inmediatas y aseguró estar estudiando la envergadura de los "perjuicios" causados por el Congreso. "Después tomaré una decisión", sentenció el líder ruso, quien sigue empeñado en una consulta sobre la forma del poder en Rusia. Según medios bien informados, Yeltsin podría invitar a observadores occidentales para seguir el evento, una especie de gran encuesta nacional que, aunque no tendría validez jurídica, sí tendría efectos políticos. Yeltsin calificó de "muy oportuna" la visita de Mitterrand, que le dió ayer la posibilidad de apelar al socorro occidental.

Francia está dispuesta a seguir adelante con la iniciativa de preparar una cumbre de ayuda a Rusia en el marco del G-7, aunque no todos los países miembros participen en el acontecimiento, según manifestó Mitterrand, que aludió a la oposición de Japón. El Gobierno japonés, enfrentado a Rusia por la soberanía de las islas Kuriles, no desea una reunión centrada en el tema ruso antes de la cumbre ordinaria que tendrá lugar en Tokio en julio. Mitterrand prometió ayer utilizar toda la autoridad de su país para convencer a sus interlocutores de la necesidad de una reunión acelerada de los países industrializados.

Por otra parte, la situación en Georgia se ha deteriorado abruptamente en las últimas horas. Después de varias semanas de calma, ayer se produjeron violentos combates en la capital, Sujumi. "Hay una gran lucha y numerosas bajas civiles", aseguró Eduard Shevardnadze, presidente de Georgia. La agencia Reuter informaba de 70 muertos durante los bombardeos de la noche. Georgia acusa a Moscú de estar detrás de la ofensiva de los rebeldes abjazos, que propugnan la independencia de su región.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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