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Moderación de precios y caída de ventas

El nuevo IPC se estrena con una subida del 0,9% en enero, lo que rebaja al 4,7% la inflación anual

Los precios subieron en enero un 0,9%, un alza claramente inferior al 1,6% de ese mes en 1992. Este menor IPC rebaja la inflación anual (de los últimos 12 meses) al 4,7%, desde el 5,4% de diciembre. Esta subida de los precios recibió calificaciones muy dispares desde el Gobierno, los partidos de la oposición, las fuerzas sociales y los expertos. El Ejecutivo lo considera "muy positivo"; para el Partido Popular es "doblemente negativo"; los sindicatos lo ven "elevado"; la patronal cree que se enfrenta a "un espejismo" quien lo valore como un dato positivo, y los expertos lo califican de "esperado" y "discreto".

El 0,9% de subida de precios es el resultado de un nuevo índice, el IPC de base 1992, que da más peso a los servicios y menos a la alimentación, por lo que los expertos esperaban un índice más inflacionista.

En cualquier caso, el resultado para enero del nuevo IPC no se puede comparar con cuál habría sido la inflación ese mes con el anterior sistema de cálculo. El motivo es que el Instituto Nacional de Estadística (INE) sólo ha estimado la evolución de precios registrada en enero con el nuevo sistema, porque hacerlo con ambos habría resultado "muy costoso", según fuentes del INE. El INE añade que los cambios de base se realizan en todos los países, por lo que la marcha del IPC en 1993 es perfectamente comparable con el de años anteriores.

"Positivo" para el Gobierno

El Gobierno y el PSOE se apresuraron ayer a realizar esta comparación. El presidente del Gobierno, Felipe González, afirmó en los pasillos del Senado que el dato es "positivo" y que lo será aún más" el de febrero, que el INE publicará la próxima semana. González añadió que si los convenios colectivos se amoldan a esta nueva inflación se podrán bajar los tipos de interés, lo que "sería muy importante para la economía". El vicepresidente, Narcís Serra, añadió que la bajada de la inflación hasta el 4,7% es una "buena noticia" porque reduce el diferencial de inflación con la Comunidad Europea.El ministro de Economía, Carlos Solchaga, matizó esta celebración del 0,9% porque, a su juicio, "era previsible" un aumento inferior al de enero de 1992, cuando subieron el IVA y los impuestos sobre los carburantes. Aunque subrayó que la subida "coloca la inflación anual en la tasa más baja desde junio de l988", dijo que habrá que esperar al dato de febrero para "conocer la situación en que se encuantra la inflación", informa Camilo Valdecantos.

Como colofón, Solchaga reiteró su llamada a la moderación salarial. Según dijo, espera que "la mayoría de los convenios, que aún están por firmar, tomen en consideración que la inflación estará más cerca del 4% o el 4,5% que del 5,4% registrado en l992". Con esta afirmación, el ministro rebaja su previsión de inflación desde el 4,5% hasta algún punto intermedio entre el 4% y el 4,5%.

Los sindicatos, a cambio, concluyen que su subida "desmiente la responsabilidad de los salarios en la actual evolución de la inflación", tras calificar de "elevado" el IPC de enero. El motivo, según CCOO, es que en enero se firmaron muy pocos convenios. UGT añade que "ya no hay excusas para mantener tipos de interés elevados".

Las críticas de los sindicatos no coincidieron ayer con la opinión del grupo de Izquierda Unida. Su diputado Ramón Espasa se mostró "satisfecho" del dato, para matizar que hay que dirigir la preocupación a "la economía real" y a la "creciente pérdida de empleos".

Esa debilidad de la economía real convierte en un "espejismo", en opinión de la patronal CEOE, cualquier vestigio de optimismo por la rebaja de la inflación anual. La CEOE cree que las ganancias de estabilidad de precios son muy escasas si se tiene en cuenta el coste en términos de crecimiento y empleo.

El Partido Popular coincide con estas críticas de la patronal. El coordinador de economía del PP, Luis Gámir, subrayó que el 4,7% de enero no es significativo porque es el resultado de comparar un mes con dos subidas de impuestos indirectos -enero de 1992- con otro sin esas subidas y en recesión.

Las críticas y las alabanzas reducen su extremismo al recoger las opiniones de los expertos. El servicio de estudios del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) cree que el 0,9% es "algo superior a lo que se esperaba en los mercados" pero "bastante satisfactorio". El BBV añade que la inflación no bajará del 4% sin "acometer seriamente las reformas estructurales".

El economista Guillermo de la Dehesa mantiene una opinión similar. Considera que "será difícil" cerrar el año con el 4,5% previsto por el Gobierno sin "reformas estructurales y moderación salarial". Lo más positivo del dato de enero es, a su juicio, la reducción de la inflación subyacente y la menor presión del precio de los servicios.

Dato "discreto"

Desde Analistas Financieros Internacionales, el catedrático Emilio Ontiveros destaca la rebaja de la inflación subyacente hasta el 6,4%, desde el 6,9% del mes pasado y del entorno del 7% que mantuvo a lo largo de 1992. Ontiveros califica el dato de "esperado y discreto". Esperado porque coincide con la previsión de AFI y discreto porque no aleja el temor a nuevos despuntes.La previsión de inflación también es "la esperada" para FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada). Sus analistas destacan el impacto inflacionista en enero de precios que dependen del Gobierno o de la Administración. Por ejemplo, sólo la subida del tabaco -que fija la empresa pública Tabacalera- es responsable de 15 centésimas del 0,9% de subida, y el transporte público urbano de otra media décima. Esto significa que sin esas dos subidas, que se concentran en enero y que decide el sector público, el IPC de enero habría sido del 0,7%.

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