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Agria batalla de la doctora y el alcalde de Lozoya del Valle

Un perro envenenado, una puerta forzada y cinco niños menores de cuatro años presuntamente represaliados son algunos de los ingredientes que se están barajando en el conflicto que enfrenta a la doctora y el alcalde de Lozoya del Valle, un pequeño pueblo serrano de 1.000 habitantes.

El enfrentamiento ha llegado ya hasta la Consejería de Educación del Gobierno autónomo, a la que cinco mujeres han enviado un escrito asegurando que, de rechazo, sus hijos, menores de cuatro años, están siendo represaliados por el Ayuntamiento.

Una de las madres firmantes de la carta es la doctora del pueblo, Teresa Herranz Casellas, que es la que mantiene un duro contencioso con el alcalde, Ramón Hernanz, del PSOE, sobre el derecho al uso de la casa del médico por parte de la doctora.

El conflicto se desencadenó al no ser admitidos en el centro de la Casa de los Niños el hijo de la doctora Herranz y otros dos niños hasta que ésta no entregara al Ayuntamiento las llaves de la casa del médico, en donde residía como titular médico. Ésta asegura que tuvo que abandonar la vivienda municipal hace dos años debido a las "brutales" persecuciones que ha recibido del alcalde.

La doctora Herranz añade que se vio forzada a desalojar la casa que ocupaba desde noviembre de 1987 y que ha sido obligada a comprar otra, en la que reside actualmente, ya que "estaba embarazada de cuatro meses y el alcalde me cortó la luz, el agua, la calefacción y el teléfono". "Poco después", añade, "mi perro, un setter inglés de nueve años, apareció muerto y yo tuve una amenaza de aborto".

A golpe de maceta

Ahora, según Herranz, el alcalde quiere recuperar las llaves "chantajeándome con mi hija", y no quiere esperar a que el asunto lo resuelva el Juzgado de Instrucción de Torrelaguna, en donde se ha presentado una denuncia contra el Ayuntamiento por "coacciones y amenazas". Herranz, aunque ha desalojado el inmueble, ha dejado en él algunos enseres personales hasta que el juez dictamine si tiene o no derecho al uso de la casa del médico.Para Herranz, que piensa que está siendo "brutalmente vejada y perseguida" la posesión de la vivienda es "un derecho inherente al cargo de médico titular". El asunto se complicó aún más cuando decidió denunciar al alcalde y al concejal Miguel Ángel García por una presunta falta contra la propiedad, ya que el alcalde forzó una puerta del jardín que da acceso a la entrada de la vivienda y a la clínica municipal.

El alcalde reconoce este hecho y explica que lo hizo con una maceta, un cortafríos y acompañado de un edil para llenar con gasóleo los depósitos de la clínica. Estos hechos se denunciaron a la Guardia Civil. Hernanz ha amenazado con prohibir el acceso a la Casa de los Niños a los hijos de las mujeres que, en apoyo a los no admitidos, no lleven a los niños al centro.

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