El mantenimiento del acuerdo sobre la ley de huelga lima tensiones entre el PSOE y UGT
La dirección de¡ PSOE dio ayer un paso más en el acercamiento a UGT al llegar a compromisos parciales ante la crítica situación económica y la precampaña electoral. Los socialistas se comprometieron con el sindicato a respetar los acuerdos alcanzados con respecto a la ley de huelga, aunque ello no conllevará que UGT vaya a recomendar el voto al PSOE en las próximas elecciones. Al término de una reunión entre las direcciones de ambas organizaciones, el vicesecretario general de] PSOE, Alfonso Guerra, acusó al presidente de la CEOE, José María Cuevas, de ser el candidato para presidir, "formal o informalmente" un hipotético Gobierno del PP. Guerra no ahorró ataques al presidente de la patronal y, tras señalar que Mene un problema de legitimídad" manifestó: "Es de dominio público que quien ha hecho el programa del PP es un funcionario del señor Cuevas".
El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, destacó la voluntad de acercamiento del PSOE y la importancia de los acuerdos, pero dejó claro que el sindicato no aceptaba un pacto social global. Las direcciones del PSOE y UGT volvieron a encontrarse ayer, al máximo nivel, por segunda vez en cinco meses y tras varios años de enfrentamiento abierto. Los socialistas pretenden alcanzar la paz con el sindicato para recuperar una parte de su electorado. Alfonso Guerra acudió a la sede de la UGT acompañado de destacados dirigentes socialistas: Txiki Benegas, Francisco Fernández Marugán y Eduardo Martín Toval. Esperaban a la dirección socialista, junto a Redondo, los dirigentes sindicales José'María Zuflaur, Apolinar Rodríguez y Emilio Castro.El hecho es que el tono, sensiblemente más positivo que el de hace cinco meses, fue la nota más significativa del encuentro entre las dos delegaciones. La reunión se desarrolló en un "clima de claridad y sinceridad", según manifestó Alfonso Guerra al finalizar el encuentro. 'Ta reunión ha sido fluida, satisfactoria y se ha hablado con plena confianza", diría poco después Redondo.
El mantenimiento del pacto alcanzado entre la dirección delPSOE y la UGT en la incorporación de las enmiendas al proyecto de ley de huelga en el Senado, el pasado sábado, contribuyó a distender el clima, aunque Nicolás Redondo dejó escapar cierta soma de sindicalista resabiado al señalar: "Estaré tranquilo cuando vea la ley de huelga en el Boletín Oficial del Estado".
La desconfianza sindicalista de Redondo contrastó con el toque político de Alfonso Guerra,que puso más énfasis en las coincidencias que el líder de la UGT.
Un Guerra, risueño y ocurrente, dijo que había habido un acuerdo total en el mantenimiento del pacto sobre la ley de huelga; en la necesidad de que por medio de convenios se sustituyan las ordenanzas laborales; en retomar el diálogo sobre el Instituto Nacional de Empleo y en la Ley de Salud Laboral. También destacó que ambas delegaciones coincidieron en el análisis de la crisis económica, aunque tuvo que admitir que el sindicato no coincidía con las fórmulas propuestas por el Gobierno para combatirla. Ni tampoco con la posibilidad de un pacto de rentas que Redondo se encargó drásticamente de rechazar. Pero Guerra supo hacer de la dificultad,virtud: "Si no se hace un acuerdo global, la suma de acuerdos parciales generará actitudes de confianza, como ha sucedido con el proyecto de ley de huelga y descrispará la conflictividad social con lo que se conseguirá el mismo efecto que un acuerdo global".
Redondo, que mantuvo un tono moderado, alejado de su habitual dureza hacia el Gobierno, puso límites al entusiasmo de Guerra. El líder de UGT volvió a insistir en que "para alcanzar un acuerdo global es necesario un cambio en la política económica del Gobierno".
Ante la iniciativa de Alfonso Guerra de que la UGT haga sugerencias al programa electoral socialista, Redondo recordó que ya estaban recogidas en la Propuesta Sindical Prioritaria y la Iniciativa Sindical de Progreso y que tales proposiciones se las iban a entregar tanto al PSOE como a los demás partidos.
De todos modos, Redondo admitió que se ha producido "una nueva situación en el PSOE en la que ahora parecen querer llegar a acuerdos" y expresó, a renglón seguido, su satisfacción por el comportamiento del Grupo Parlamentario Socialista durante la tramitación del proyecto de ley de huelga. Aún dijo algo más: "Hemos llegado a acuerdos de tipo parcial que no se pueden minusvalorar, que son importantes. Si el Gobierno toma medidas progresistas, en la dirección de los intereses de los trabajadores habrá una situación social menos tensa".
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