Los árbitros convocan una huelga en Primera y Segunda División para la próxima jornada

La Asociación Nacional de Jueces Profesionales, organismo presidido por Raúl García de Loza, que se atribuye la representación de los árbitros de la Primera y Segunda divisiones del fútbol español, convocó ayer una huelga, eufemísticamente denominada "jornada de reflexión" como respuesta a la escalada de acusaciones vertidas hacia el colectivo por parte de determinados clubes y al anteproyecto de reforma arbitral confeccionado por la Federación Española. El presidente de este organismo, Ángel María Villar, aceptó ayer la dimisión de Pedro Sánchez Sanz, presidente del Comité de Árbitros. La federación inició las gestiones para frenar el plante y preparó una lista alternativa de designaciones para los encuentros del fin de semana.

Raúl García de Loza y Antonio Jesús López Nieto, colegiado malagueño internacional, confirmaron la convocatoria de huelga. López Nieto aseguró su intención de no acudir al partido Valencia-Barcelona del próximo sábado, para el que había sido designado. García de Loza aseguró poseer el apoyo de los otros nueve colegiados designados en Primera División, con la excepción de Rodríguez Martel (Atlético-Rayo), que no pudo ser consultado. Se trata de Gómez López (Oviedo-Celta), Gracia Redondo (Cádiz-Se villa), Núñez Manrique (Español-Osasuna), Gómez Barril (Zaragoza-Real Sociedad), Pérez Sánchez (Athletic-Madrid), Urío Velázquez (Deportivo- Burgos), García Aranda (Albacete-Sporting) y Santamaría Uzqueda (LogroñésTenerife).La huelga ha sido adoptada por una serie de razones, como son el anteproyecto de arbitraje y las declaraciones últimas de directivos, presidentes y jugadores, que han significado el cúmulo final", señaló García de Loza. López Nieto añadió: "Hasta ahora, todos los compañeros a los que he consultado están de acuerdo en realizar la huelga". Entre ellos, citó a su paisano Antonio Martín Navarrete, que dirigó el Barcelona-Deportivo del pasado sábado.

Fuentes del citado colectivo, que no goza del reconocimiento de la federación, explicaron que el anteproyecto de reforma arbitral es uno de los "detonantes" del plante, por considerar que los árbitros no han sido consultados para su redacción. "La federación pasa olímpicamente de nosotros. Se nos avasalla continuamente, hacen lo que les da la gana y no cuentan con los árbitros en activo", añadió la misma fuente. La Asociación Nacional de Jueces Profesionales convocó la huelga sin consultar previamente con todos sus asociados, como confirmó un miembro de la misma, el valenciano Juan Antonio Fernández Marín. "No he tomado una decisión porque nadie se ha puesto en contacto conmigo, pero quiero mostrar mi total adhesión al resto de mis compañeros siempre que esa decisión sea beneficiosa para el colectivo arbitral".

Otro colegiado, el canario José Miguel Alemán Martín, designado para el partido Betis-Barcelona de la Segunda División A, señaló: "Para adoptar una postura de fuerza la decisión debe salir de una asamblea de la asociación".

La federación acogió la noticia con sorpresa. Gerardo González, secretario general, consideró comprensible el malestar arbitral por las contínuas críticas vertidas desde los clubes, pero opinó que la huelga era producto de una "confusión gravísima y sin sentido" en lo que se refiere al anteproyecto de reforma arbitral. "Argumentan que ningún colegiado ha participado en la redacción del mismo, lo que no tiene el más mínimo fundamento", señaló.

González consideró inaceptable que los dirigentes de la citada asociación de jueces hubiera convocado la huelga sin llamar a todos los árbitros y se mostró partidario del diálogo y la búsqueda racional de soluciones.

Ángel María Villar, presidente de la federación, aceptó ayer personalmente la dimisión de Pedro Sánchez Sanz, presidente del comité arbitral. Pocos minutos después recibió en su despacho al que será su sustituto en el cargo, Victoriano Sánchez Arminio. Dicho relevo formaba parte de la reforma arbitral emprendida. Sánchez Sanz, que se mostró contrario a la huelga, señaló que su dimisión se debía a "motivos personales".