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Clinton ya tiene una ministra de Justicia

La juez Janet Reno jura su cargo de fiscal general

Antonio Caño

Bill Clinton vio ayer por fin cumplido su sueño de que una mujer ocupe uno de los cuatro grandes ministerios del Gobierno. Casi dos meses después del inicio de la nueva Administración y después de un tormentoso proceso de selección, la juez de 54 años Janet Reno juró ayer su cargo como la primera mujer fiscal general en toda la historia de Estados Unidos.La ceremonia de juramento tuvo, pues, toda la carga emotiva y simbólica que cabía esperar de un momento así. Ningún otro cargo, bien sea de la política exterior, la defensa, la economía o los servicios secretos, le había dado a Clinton tantos problemas como éste, en el (que el presidente y su esposa, Hillary Rodham, se habían empeñado en colocar a una mujer como prueba de la amplitud de criterios con los que pretende actuar este Gobierno.

Tanto Clinton como Reno se veían satisfechos cuando la juez de Florida puso la mano sobre la Biblia sostenida por su sobrina para pronunciar las palabras que la convirtieron en nueva ministra de Justicia. Los llantos de fondo de un bebé de la familia Reno dieron un toque tierno y entrañable al acto.

"Éste es un momento extraordinario. Señor presidente, he sentido en los últimos días que hay un nuevo espíritu en Estados Unidos en el que la gente quiere verse envuelto. Les digo a todos los norteamericanos, y particularmente a los jóvenes norteamericanos, que ésta es una nueva y preciosa hora en la historia de Estados Unidos", dijo la fiscal general tras asumir su cargo.

Enfrente, como testigos, estaban los miembros de la Comisión de Justicia del Senado que rechazaron la designación de la primera candidata de Clinton para el puesto, Zoe Baird, y que, sin embargo, aceptaron a Reno sin la menor resistencia.

El expediente de Reno es tan limpio que su nombre obtuvo también el respaldo absoluto del pleno de la Cámara alta, donde ni siquiera el senador ultraderechista, Jesse Helms encontró argumentos para oponerse a esta mujer, por muy partidaria del aborto, defensora de las minorías y contraria a la pena de muerte que ella sea.

Jane Reno ha trabajado como juez durante 15 años en uno de los distritos más difíciles del país, el condado dé Dade, en Miami. Después de un inicio titubeante, Reno se ganó las simpatías de la población y el respeto de su profesión en varios casos notables de corrupción por parte de policías y jueces. Es soltera y dedicada plenamente a su trabajo, con un comportamiento social intachable.

La elección de Reno fue la mejor forma de compensar el desgaste sufrido por Clinton durante el debate sobre Baird, que fue rechazada por haber contratado para el servicio doméstico a un matrimonio de emigrantes ilegales. Posteriormente, otra juez que ocupaba el primer puesto de la lista de candidatas, Kimba Wood, tuvo que renunciar al descubrirse que también había estado relacionada años atrás con un caso de contratación ilegal de trabajadores extranjeros.

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