Milosevic declina apoyar el plan de paz internacional para Bosnia
El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, defraudó ayer las expectativas de los mediadores internacionales en la guerra de la antigua Yugoslavia al negarse a dar su apoyo explícito al plan de paz para Bosnia-Herzegovina de Cyrus Vance y David Owen.Al término de la reunión mantenida en París con los dos negociadores de la ONU y la Comunidad Europea junto con el presidente francés, François Mitterrand, el líder serbio declaró: "No podemos decir si el plan de paz debe ser adoptado o no en su forma actual. La decisión corresponde a las tres comunidades de Bosnia". El territorio está habitado por musulmanes, serbios y croatas.
Slobodan Milosevic mantiene así una actitud de presentarse como si su país, la nueva Yugoslavia, fuera ajeno a la guerra que devasta Bosnia-Herzegovina y pese al apoyo económico y militar que su Gobierno presta a las fuerzas irregulares serbias.
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Milosevic pide un alto el fuego en Bosnia y el fin del embargo a Serbia para avanzar en el proceso de paz
Viene de la primera páginaSlobodan Milosevic dijo después de la reunión en el Elíseo "El asunto de la división de Bosnia en 10 provincias es algo que no me incumbe", aunque matizó que "para que se pueda discutir el plan de paz es preciso acordar antes un alto el fuego y levantar el embargo que pesa sobre Serbia", informa Para David Owen, el encuentro no ha sido en vano. "Milosevic habrá visto que, cuando menos, los aliados estamos de acuerdo y unidos en el tema", dijo.
Una vez realizadas estas declaraciones, Milosevic y los negociadores se citaron de nuevo para continuar discutiendo anoche en el Quai d'Orsay,, en esta ocasión invitados por el ministro de Exteriores francés, Roland Dumas, y con la eventual presencia del presidente Mitterrand.
La visita de Milosevic ha levantado protestas en Francia. Los pequeños detalles que marcan las distancias no han sido considerados suficientes para equilibrar los beneficios que saca Milosevic de poder negociar como "defensor de la paz y de los intereses de las minorías". Si Vance y Oweri fueron acogidos, a su llegada al Elíseo, por Roland Dumas, Milosevic fue introducido en la residencia presidencia] por el jefe de protocolo.
Centenares de personas, se manifestaron ayer en París, convocadas por las asociaciones de croatas y musulmanes residentes en Francia, por Bernard Henri-Levy, por la liga en defensa de los derechos humanos y por Médicos del Mundo.
Para uno de los candidatos de la derecha al puesto de primer ministro, François Leotard, miembro del Partido Republicano (PR), "es escandaloso dar el mismo trato a las dos partes". Añadió: "Milosevic es responsable de miles de crímenes".
La reunión celebrada por la tarde en el Elíseo tuvo como tema central el plan de paz propuesto por Owen y Vance, y más concretamente el proyecto de división de Bosnia-HerZegovina en 10 provincias. La misión de Francia en la negociación, sin duda acordada en el reciente encuentro de Mitterrand con el presidente. de EE UU, Bill Clinton, es ejercer presión sobre los dirigentes serbios para convencerles de que tanto ellos como Radovan Karadzic, líder de los serbios en Bosnia, deben aceptar el plan de paz tal y como está redactado. Francia es, junto con Rusia, el país europeo que mejores relaciones ha mantenido tradicionalmente con Serbia.
Para Pierre Bérégovoy, primer ministro francés, el papel de Mitterrand en la reunión de ayer era el de ejercer como "garante de los derechos de las minorías".
El presidente francés hizo una intervención introductoria en la que, después de reconocer los derechos históricos de Serbia, analizó la situación actual y defendió la necesidad de aplicar el plan de paz propuesto por los dos mediadores. Mientras, cientos de musulmanes hambrientos bloquearon ayer a un convoy humanitario de la ONU en Konjevic Polje (Bosnia oriental), tomando como rehenes a los cascos azules británicos, informa Reuter. Jan Erik Linstad, funcionario del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), dijo, tras conseguir salir de la población, que la gente rodeó a dos vehículos blindados de la ONU e impidió que saliesen del enclave. Los cascos azules escoltaban a un equipo de médicos y enfermeras para evacuar a mujeres y niños de la población.
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