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El estado de salud de don Juan de Borbón sufrió anoche un grave empeoramiento

Extremada preocupación y largas horas de vela de la familia real junto al lecho de don Juan. Telegramas y llamadas que provienen de toda España y de fuera del país y más de 100 periodistas apostados las 24 horas frente a la clínica. En este marco agota sus últimos días el padre del rey de España. El comunicado médico leído a las diez de la noche daba cuenta del empeoramiento sufrido por don Juan de Borbón a última hora de la tarde. El texto dice así: "Su alteza real don Juan de Borbón ha sufrido dos crisis de bradicardia brusca e intensa, de las cuales se ha recuperado en muy breve plazo. En el momento actual presenta un ascenso de la temperatura que está siendo tratado. Estas circunstancias nos permiten precisar que el estado de don Juan de Borbón ha empeorado".

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Poco después de las diez de la noche, los Reyes y los restantes miembros de la familia real presentes en Pamplona abandonaban la clínica y, con semblante muy preocupado, se dirigían a su hotel para cenar y descansar.El parte médico dado a conocer a mediodía ya anticipaba que la situación era alarmante: "Don Juan de Borbón ha pasado la noche tranquilo bajo sedación superficial, manteniendo las constantes vitales regulares, pero dentro de unos límites extremadamente preocupantes que pueden agravar su situación en caso de que se repita la inestabilidad de la noche del lunes pasado".

Como en los días anteriores, los Reyes y las hermanas de don Juan Carlos, las infantas Pilar y Margarita, pasaron toda la jornada en el interior de la Clínica Universitaria, con una breve salida para almorzar en un restaurante cercano. A las once de la mañana de ayer la familia real estaba en el centro médico. Como en el día anterior, los Reyes cubrieron andando el trayecto desde el hotel rodeados de fotógrafos y público que les aplaudían.

Los Reyes se mostraban relajados, aunque sus rostros no ocultaban la preocupación del momento. Llegados a la clínica subieron inmediatamente a la habitación de don Juan y ya no se movieron durante toda la mañana de la sexta planta del centro hospitalario donde disponen de tres habitaciones contiguas en una de las cuales tienen instalado un pequeño despacho y una sala de visitas.

Inconsciente y sedado

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Don Juan permanece sedado durante todo el día. Dado el avanzado proceso de la enfermedad, éste es el único tratamiento que está recibiendo, indican todas las fuentes consultadas. El conde de Barcelona está inconsciente, pero mantiene la sensibilidad y no está entubado.La portavoz de la Casa del Rey, Asunción Valdés, desmintió ayer que don Juan Carlos haya pedido a los médicos que no alarguen artificialmente la vida de su padre: "El Rey no ha intervenido en esto", dijo, "porque estima que no es de su competencia y confía en el tratamiento que le están aplicando los médicos".

Sobre el tipo de tumor que padece el conde de Barcelona, la portavoz precisó ayer que se trata de un tumor de hipofaringe y de boca de esófago. No hay metástasis, afirmó, y no es correcto decir que se trata de un tumor de laringe -así se había venido diciendo oficialmente hasta la fecha -porque la laringe le fue extirpada a don Juan en 1988.

La infanta Cristina viajó ayer por la mañana a Madrid. Había llegado el martes a Pamplona procedente de Barcelona y estuvo todo el día junto al resto de la familia real acompañando a su abuelo. Tanto ella como sus dos hermanos, la infanta Elena y el príncipe Felipe, siguen en Madrid en situación de disponibilidad para trasladarse inmediatamente a Pamplona cuando sea preciso. El Príncipe ha suspendido sus actos oficiales, cosa que también han hecho desde el martes los Reyes para poder permanecer al lado de don Juan hasta el último momento.

El paisaje urbano de la parte de Pamplona donde está situado la clínica -un extremo del ensanche oeste sin el menor interés aunque elevado sobre el verde del campus de la universidad, a la orilla del Sadar- se está viendo desde el lunes considerablemente alterado por la agitación de periodistas, escoltas, fuerzas de seguridad y curiosos. Los medios de comunicación que el martes habían enviado a su informadores a la capital navarra eran más de 50. Ayer seguían acudiendo.

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