Salud moral
A propósito del editorial La salud moral en el Reino Unido, hay que preguntarles a ustedes: ¿cómo va también su salud moral? ¿Quién publicita constantemente, y de forma amplia y con textos excitantes, las películas más agresivas e infames? EL PAÍS dedica en innumerables casos planas enteras a ello. Es el dinero y nada más que el dinero lo que interesa. Hoy, la nueva sociedad, esos determinantes jóvenes, han modificado la calma por la violencia, han impuesto su ley, apadrinados por la tinta de periódicos y el pensamiento de graciosos periodistas que defienden la noche.Ahora, ya desde niños se les prepara para la subversión, para la insolidaridad, para la agresión, y ustedes, desde los periódicos, callados.Los padres de ahora con jóvenes en la casa tienen que aguantar por narices la marcha nocturna y la vuelta de madrugada. La lucha familiar erosiona la vida. ¿Para cuándo una campaña total de equilibrio ciudadano?
¡Ay, la prensa! No saben los dominantes de la prensa (o no quieren saber) de su maldad (sólo ansían su libertad de expresión).
Una campaña cuidadosa para ayudar a los padres no vendría mal.
La violencia va a más; la intolerancia va a más; la cultura va a menos. Miren ustedes: menos resultados económicos y limpien su salud moral, educando mejor al que toma el periódico en la mano. No me convence la riqueza de EL PAÍS: llevo comprando 5.781 números, y el deterioro ético de allá acá es impresionante.
Mario Benedetti. Ética de amplio espectro. Impecable.-