El tono firme de Carmen Romero

Más firme, con un tono más seguro que cuando hace más de tres años comenzó su carrera política, Carmen Romero, diputada del PSOE por Cádiz y esposa del presidente del Gobierno, Felipe González, habló ayer ante 1.000 mujeres de toda la comunidad andaluza de la necesidad de conseguir la plena integración femenina en el mundo laboral. En la víspera del Día Mundial de la Mujer Trabajadora, el llamamiento de Carmen Romero -enmarcado en el VIII Encuentro de Mujeres Socialistas Andaluzas, celebrado en esta ciudad- se concentró en los empresarios y los sindicatos, a quienes pidió un pacto para que la incorporación de las mujeres al trabajo se realice en igualdad de condiciones que los hombres.El papel de la mujer en el mundo laboral ya no depende, en su opinión, del crecimiento económico, "sino de la mentalidad de las propias mujeres". En este sentido, lamentó que la mujer tiene tendencia a estudiar materias con poco futuro laboral, y aconsejó a las "jóvenas" que opten por carreras técnicas, con las que tengan más posibilidades en el saturado mercado de los demandantes de empleo. Recordando su primera intervención durante la campaña electoral en la que empleó el término '"jóvenas", Romero insistió en la utilización de este vocablo. "Necesito este término, para dirigirme a las chicas. Reconozco que es un uso instrumental del lenguaje que se consolidará o no, pero recordando, mi faceta de profesora, ya lo,dijo Saussure, que la norma en el lenguaje es el uso".

Romero resaltó que es necesario que las empresas inviertan más en formación profesional y en la realización de prácticas de las mujeres. En cuanto a los sindicatos, reclamó un mayor compromiso de dichas organizaciones a la hora de la defensa de la mujer trabajadora.

Para esta diputada queda claro que aún hay que seguir luchando en el seno de su partido para conseguir las cuotas del 25% de representación en los órganos de Gobierno. Igualmente señaló que la década de los ochenta ha supuesto, bajo la Administración socialista, "un gran avance para la mujer", puntualizó que aún quedan retos por alcanzar, como "superar carencias educativas que no dependen más que de un cambio de mentalidad", al tiempo que reclamó la aplicación de medidas laborales que potencien la incorporación de la mujer al trabajo. "Hay que conseguir el objetivo de que el máximo número de mujeres puedan acceder a un empleo", dijo. "De hecho, hemos logrado que un millón de mujeres que no trabajaban, trabajen".

En otro orden de cosas, Romero se pronunció, al igual que el resto de sus compañeras diputadas y senadoras, en favor de la aplicación de una ley de plazos en materia de aborto, poniendo en evidencia que "se han de establecer las modificaciones necesarias en el terreno legislativo para corregir los desajustes que en la actualidad se producen".