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GUERRA EN LOS BALCANES

Montenegro, el alíado díscolo de Serbia

La 'segunda' república de la nueva Yugoslavia trata de desmarcarse del belicismo de Belgrado

Miguel Ángel Villena

La historia aparece siempre, una y otra vez, como el mayor problema de los Balcanes. "Los serbios sufrieron 500 años de ocupación turca mientras Montenegro se mantuvo libre, atrincherado tras sus montañas", afirma el profesor y periodista Miodrag Perovic para explicar las razones de fondo que separan a Serbia y a su pequeño aliado Montenegro. Cuestionando esta apariencia de un matrimonio desigual pero bien avenido, amplios sectores de Montenegro se desmarcan cada día más de la política belicista de Belgrado.

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Las durísimas consecuencias del embargo económico internacional pesan ya como una losa sobre esta república de apenas 13.000 kilómetros cuadrados, que constituye la única salida de la actual Yugoslavia al mar Adriático. Escasez de alimentos y de gasolina, inflación desorbitada y absoluta dependencia militar del régimen serbio de Slobodan Milosevic dibujan la vida cotidiana de los 600.000 orgullosos y hospitalarios montenegrinos.Más de 240 millones de dólares ha perdido Montenegro en intercambios comerciales desde que el pasado 30 de mayo las Naciones Unidas decidieran el embargo económico sobre la actual Federación yugoslava (Serbia y Montenegro) por su apoyo militar a los serbios de Bosnia y a la política de limpieza étnica.

La economía marítima destrozada, el turismo arruinado y, las industrias metalúrgicas y mineras en la más completa bancarrota figuran entre los datos económicos más destacables que ofrece el ministro de Información, Bojidar Jaredic, para ilustrar la catástrofe que vive Montenegro. La inflación alcanza, unas cotas tan desmesuradas que los montenegrinos bromean sobre la necesidad de ir cargados con un saco de billetes para poder pagar el trayecto del autobús.

La plaza central de Podgorica, hasta hace poco Titogrado, está llena de cambistas del mercado negro. No se preocupan por ocultarse de la policía, que tolera este negocio. La cotización oficial del dinar yugoslavo sólo existe en los papeles del Gobierno. En apenas 24 horas, un marco alemán pasa de cotizarse a 11.500 dinares a 12.200: casi un 5% de aumento en un solo día.

El sueldo medio mensual apenas llega al equivalente de 30 marcos alemanes, y el paro afecta ya al 40% de la población activa. Larguísimas colas de automóviles se forman a todas horas en Podgorica para llenar los depósitos de gasolina. "Es el embargo", responden invariablemente los montenegrinos cuando se les pregunta por la ausencia, de calefacción o por la práctica imposibilidad de tomar un café.

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El Gobierno de Momir Bulatovic, en manos del neocomunista Partido Democrático de los Socialistas (PDS), vencedor en las elecciones del pasado mes de diciembre, se confiesa incapaz de atajar este deterioro de la economía. El Ejecutivo trata de marcar distancias respecto de la política económica de Serbia y declara que Montenegro apuesta más por las privatizaciones y por atraer inversión extranjera.

"Son palabras, sólo palabras; una auténtica farsa", responde Slavko Perovic, presidente del Partido Liberal (PL), el más importante de la oposición con 13 diputados en el Parlamento montenegrino, compuesto por 85 escaños.

Propiedad estatal

"El 90% de la propiedad está en manos del Estado, y las pocas empresas privadas que existen no pueden subsistir porque el Gobierno maneja a su antojo los mecanismos del mercado", añade. A los desastrosos efectos del embargo internacional se añaden los importantes recursos que la actual Yugoslavia dedica a gastos militares: el 37% del total, según las versiones oficiales corregidas y aumentadas por la oposición."Sólo son gentes sin empleo quienes nutren las filas de los voluntarios de Montenegro en la guerra en Bosnia", señala el ministro Jaredic. Niega con irritación que el Ejército yugoslavo apoye a las milicias serbias en Bosnia. "El conflicto fundamental es un litigio entre Serbia y Croacia", asegura. "Cuando lleguen a un acuerdo, la antigua Yugoslavia volverá a estar tranquila". Con una actitud distante y como si la guerra no tuviera nada que ver con Montenegro, el ministro subraya: "El Ejército federal se retiró de Bosnia antes de que comenzaran los combates, y el mayor error de los países de Occidente fue el reconocimiento diplomático de Bosnia, que alentó el enfrentamiento entre serbios y croatas".

Pero la oposición no acepta estas explicación. Muchos soldados montenegrinos participaron en el bombardeo de Dubrovnik, argumenta la filóloga Maja Bogojevic. "Me dieron ganas de acudir a defender Dubrovnik del ataque de algunos de mis compatriotas".

El 62% de la población de Montenegro respaldó en referéndum, en 1992, la unión con Serbia en la nueva Yugoslavia. Pero el embargo y la escalada bélica han provocado muchos cambios de opinión. "En Montenegro sigue siendo peligroso ser montenegrino y criticar a Serbia y a su presidente, Milosevic", según el líder opositor Slavko Perovic.

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