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GUERRA EN LOS BALCANES

La añoranza de Tito

Miguel Ángel Villena

Uno de cada 10 habitantes de esta república de imponentes montañas nevadas y de geografía bella y tortuosa murió en la II Guerra Mundial, peleando junto a los partisanos del mariscal Tito. El general que dirigió los destinos de Yugoslavia durante cuatro décadas premió por ello a los montenegrinos con medallas al valor, con pensiones vitalicias y hereditarias y con altos cargos en el Estado comunista. Montenegro siempre se manifestó muy proyugoslava, y hoy siente la añoranza de los tiempos de Tito."El mariscal destruyó el chovinismo del proyecto de la Gran Serbia. Su idea del carácter yugoslavo se hallaba en las antípodas de la mentalidad expansionista de los serbios. Vivimos bien con Tito, y su dictadura se ejercio de un modo civilizado". El dirigente que sostiene estas opiniones no es ni mucho menos un nostálgico del socialismo autogestionario del antiguo jefe de Estado, sino el presidente del Partido Liberal.

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Montenegro, el alíado díscolo de Serbia

El recuerdo del general partisano cuelga todavía de las paredes de algunas tiendas y oficinas de la República de Montenegro, mientras el nombre que le dio a la capital, Titogrado, se mantiene en todos los carteles e indicaciones de la ciudad.

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