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González asegura que mantendrá el plan de convergencia y la peseta dentro del SME

El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer que mantendrá el programa de convergencia y que la peseta seguirá en el Sistema Monetario Europeo (SME). Las declaraciones de González se difundieron una horadespués de que el cambio de la peseta alcanzara su mínimo histórico frente al marco, pese a una importante intervención del Banco de España. El jefe del Ejecutivo declaró a TVE que ha encargado un estudio de medidas que contribuyan a la reactivación económica"respetando rigurosamente los objetivos del programa de convergencia". "La disminución del déficit público y la lucha contra la inflación deben mantenerse como prioridad si queremos contribuir a una mejora real de la competitividad y, por tanto, el empleo", dijo.

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Según el jefe del Gobierno, "está fuera de toda duda la permanencia de España en el Sistema Monetario Europeo y, por tanto, la disciplina de las políticas monetarias y cambiarias". González insistió en no dejarse "arrastrar por propuestas coyunturales de falsa expansión que pongan en riesgo la estabilidad necesaria para conseguir los objetivos fijados a medio plazo".Asimismo, González no descarta adelantar las elecciones para antes del verano, según ha manifestado en círculos privados. Esa posibilidad, a la que González se refirió por vez primera la pasada semana, tendría como justificación exclusiva el interés nacional, según esas fuentes. Dijo que en su voluntad está, por encima de planteamientos partidistas, seguir gobernando con responsabilidad frente a la crisis. Pero agregó que, si las circunstancias aconsejaran ese adelanto por el interés del país, se replantearía esa posibilidad.

Para el PSOE, el clima preelectoral actual podría, en efecto, desencadenar esa hipótesis. "Si el clima preelectoral se dispara, no se descarta el adelanto de los comicios porque puede frenar la toma de decisiones", manifestaron ayer las citadas fuentes. El jefe del Gobierno no ha transmitido esta posibilidad al Consejo de Ministros, que sigue elaborando un plan de reactivación económica para afrontar el reto del desempleo y que pretende cerrar el viernes.

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El pasado fin de semana, la mayoría de los partidos de la oposición se inclinaban por el adelanto electoral y quienes no lo manifestaban de forma clara, como Miquel Roca, de Convergència i Unió (CiU), decían que más valía el adelanto si el Gobierno no tomaba decisiones.

Ayer, Agustín Moreno, en nombre de CC OO, señaló: "La primera obligación del Ejecutivo es gobernar y esta situación no puede esperar meses porque cada semana que el Gobierno retrase sus decisiones sobre empleo en el Consejo de Ministros se pierden 20.000 puestos de trabajo. Si no gobierna, la opción es disolver". Asimismo, el dirigente del PP, Rodrigo Rato, reiteró su petición a González a que disuelva las Cortes y convoque elecciones.

Fuentes socialistas precisan, no obstante, que el deseo de González es concluir la legislatura y tiene puestas todas sus esperanzas en el paquete de medidas socioeconómicas que su Gabinete está estudiando y que se aprobará esta misma semana.

En este sentido, el presidente de la Generalitat valenciana y secretario general de los socialistas valencianos, Joan Lerma, afirmó ayer que las elecciones deberían celebrarse en noviembre, "lo más tarde posible", ya que, en su opinión, la situación económica del país, "si tiene que repuntar, lo hará en invierno".

De hecho, González no ha transmitido la posibilidad del adelanto electoral a su Gobierno. Consultados algunos ministros, aseguraron ayer que el jefe del Gobierno no planteó esta posibilidad en la sesión del pasado viernes. "Al contrario, la consigna es trabajar con la perspectiva de agotar la legislatura", añadieron las fuentes consultadas.

El Gobierno estudia ahora como cuestión prioritaria un plan de reactivación para afrontar el fuerte auge del desempleo, que pretende cerrar este mismo fin de semana.

En la sesión del pasado viernes, el Consejo de Ministros avanzó en el debate sobre las medidas de flexibilización del mercado laboral y las fiscales. Ahora, los ministerios afectados -Industria, Agricultura y Obras Públicas y Transportes- estudian en contacto con Hacienda fórmulas para evitar que la puesta en marcha del plan no dispare el déficit público. Los ministerios prevén que las medidas laborales y fiscales, junto a las ayudas del fondo de cohesión de la CE, pueden suponer una inyección financiera para animar la reactivación económica.

En el Consejo de Ministros existe un sentimiento más de "resignación" que de "culpa" ante la crisis económica, según fuentes gubernamentales. "De resignación, porque nos ha afectado la crisis internacional como a todos los países europeos, y de cierta culpa porque no hemos sabido convencer a los sindicatos y a la sociedad de que no eran posibles los presupuestos expansivos de los últimos años", según explicaron ayer. "Hemos pagado", añadieron, "las facturas de la presión social y sindical de finales de los ochenta".

Más información en las páginas 39 y 40

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